Para este año, la campaña de reforestación que realiza la Protectora de Bosques del Estado de México (Probosque) tiene como meta la plantación de 6.6 millones de árboles, en toda la entidad, poniendo especial énfasis en las Áreas Naturales Protegidas, para ello coordina acciones con otras dependencias del ramo, así como organizaciones, universidades, entre otros sectores.
El director general de la Protectora de Bosques (Probosque), que depende de la Secretaría del Campo del Gobierno del Estado de México, Alejandro Sánchez Vélez, detalló que hasta el momento se han entregado más de 4 millones de árboles, previendo que se logre la plantación del total de árboles en el tiempo y las condiciones apropiadas.
El avance de árboles plantados se ubica por arriba de los 3 millones 400 mil, contando con el apoyo de distintas organizaciones y comunidades.
Explicó que las plantas se entregan bajo ciertos lineamientos, “a diferencia de años anteriores”, por lo que se debe informar en dónde se ubica el predio, en dónde se sembrarán, se solicita la preparación del terreno, que estén hechos los hoyos en donde se sembrarán, además se otorga un manual que explica cómo hacer la plantación.
“Ya tenemos lugares donde entregamos la planta y se entrega como un certificado de adopción, en el cual te comprometes a cuidar y dar seguimiento a tu árbol-hijo”.
¿Qué tareas se realizan?
Entre las tareas que realiza Probosque, se encuentran la selección de especies apropiadas para cada región de la entidad; la preparación del terreno, cuidando las características propias, así como monitorear los mejores momentos para realizar las plantaciones.
También se brinda la capacitación y asesoría, no solo a los núcleos ejidales, también a las organizaciones, empresas, instituciones y universidades que se suman a las tareas de reforestación, con el propósito de que estas acciones sean exitosas y realmente tengan un alcance a largo plazo.
“Antes se llevaban a cabo trabajos en los cuales se hacía la plantación, pensamos que se debía mejorar ese esquema. Ahora no solamente se planta, estamos haciendo una planeación, seleccionando las especies apropiadas, haciendo la preparación del terreno para que la escasa lluvia que pudiera presentarse sea captada más eficientemente y llegue a las raíces de los árboles que establecemos”, sostuvo.
Adicionalmente, se da el seguimiento respectivo, a través de los distintos esquemas o programas con los que cuenta Probosque, para que luego de las reforestaciones se hagan otras tareas, como el retiro de maleza o hierba; la aplicación de un riego de auxilio (en caso de ser necesario), entre otras.
“Nosotros para el año que entra evaluaremos de los árboles que hemos entregado cuál fue verdaderamente la tasa de sobrevivencia y en aquellos sitios en donde tengamos éxito, vamos a replicar los procedimientos que se hayan seguido. En aquellos donde no sean tan exitosos como esperamos, detectar de origen la problemática que se presentó”.
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