En Puebla, 46 mil niñas y adolescentes están casadas o viven en unión libre

Si bien, en Puebla el Código Civil del Estado establece que las mujeres y hombres no pueden contraer matrimonio antes de cumplir 18 años de edad, hasta el 2021 el territorio poblano contaba con más de 46 mil niñas y adolescentes casadas o que viven en unión libre, siendo la mayoría menores de entre 12 y 14 años de edad.

Al respecto, la maestra María del Rocío García Olmedo, titular de la Unidad para la Igualdad de Género del Congreso local, calificó de delicadas las cifras en Puebla sobre matrimonios y unión libre de adolescentes y niñas, además dijo que es lamentable que en su mayoría son víctimas también de violencia.

En entrevista con Milenio Puebla, la ex diputada local destacó que son terribles los datos nacionales y locales, pues tan solo en el país, más de 313 mil niñas y adolescentes están en unión o matrimonios a edades tempranas, es por ello que se incorporó en la Constitución General de la República el matrimonio a partir de los 18 años; en el caso de Puebla, la legislación también así lo estableció.

Sin embargo, aún este tipo de situaciones se dan en comunidades que preservan los usos y costumbres, señalando que tan solo en el último censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) del 2021, Puebla registró 46 mil niñas y adolescentes que están casadas o viven en unión libre y son “adolescentes entre 12 y 14 años de edad, y cuando menos una ocasión han sido madres”.

Por ello, el tema urgió para ir visibilizándose con el propósito de que las instituciones que tienen competencia y atribuciones, atiendan los casos y los asuman con responsabilidad.

“Poco a poco hay que revertir y eso ayuda a la normativa en primera instancia, pero ayuda más para el cumplimiento de esa normativa, ¿quiénes son las autoridades ejecutoras?, por un lado, todos los poderes ejecutivos, sean municipales, estatales e incluso el poder ejecutivo federal deberá plantear una política pública para prevenir este tipo de casos justo en esos lugares que sabemos, sigue sucediendo y ahí los presidentes municipales tienen una altísima responsabilidad. La ley orgánica municipal, si no me equivoco, plantea en una de sus partes que las autoridades municipales deben de hacer un censo en escuelas para saber cuántos niñas y adolescentes están yendo al colegio y, con ello, implementar políticas que ayuden a erradicar esa problemática”, dijo.

Del mismo modo, agregó que las adolescentes o menores de edad que viven en unión libre o están casadas, suelen embarazarse, pese a que sus cuerpos aún no están desarrollados para tener un bebé, ocasionado grandes riesgos y muchas veces mueren en el parto.

Asimismo, García Olmedo indicó que en este sentido Puebla se encuentra en los 10 primeros lugares a nivel nacional en embarazos en adolescentes, así como en muertes maternas.

Respecto a cuáles son los municipios que registran el mayor número de casos de adolescentes y niñas que están casadas a temprana edad o en unión libre, la titular de la Unidad para la Igualdad de Género del Congreso Local, expuso que, en todas las 217 demarcaciones de Puebla, pero son las de la Sierra en donde se tienen más la problemática “incluso en las zonas suburbanas de la capital”.

“Es una gran problemática social que va acortando su vida, que rompen su vida personal, porque cortan el ir a la escuela, porque todos esos sueños de poder hacer algo más y ser una profesionista destacada se corta, porque tienen que dedicarse ahora también a esa otra parte, dificulta mucho. Aquellas que salen de estas cuestiones y logran tener ese respaldo y acompañamiento familiar, incluso pueden atravesarlos, pero no todos tienen esos acompañamientos y luego son víctimas de violencia y normalmente deben separarse de esas primeras relaciones y entonces empieza una serie de problemáticas sociales para ellas”, puntualizó.

Tan sólo en el 2022,en Puebla se registraron 7 mil 969 nacimientos, en los que la madre se ubicó en un rango de edad entre los 10 y los 17 años, es decir, eran niñas y adolescentes, lo anterior de acuerdo con la Estadística de Nacimientos Registrados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi). A nivel nacional se registraron 108 mil 760 nacimientos.

De los 7 mil 696 embarazos en Puebla donde la madre contaba de 10 a 17 años de edad, un total de 498 nacimientos fueron de madres de 10 a 14 años de edad; de 15 años, mil 169; de 16 años, 2 mil 362; y de 17 años, 3 mil 667.

En el 2022, Puebla ocupó el tercer lugar con la cifra más alta de nacimientos en los que la madre tuvo entre 10 y 17 años, solo después del Estado de México con 12 mil 337 y Chiapas con 10 mil 915.

Además, el estado registró una tasa de 15.8 nacimientos entre cada mil mujeres menores de edad, la cuarta más alta del país. Las entidades federativas con las mayores tasas de nacimientos registrados para el grupo de edad previamente referido fueron: Chiapas, con 23.6; Guerrero, con 18.4 y Michoacán, con 15.9.

Puebla, cuarto a nivel nacional

De acuerdo con la Estadística de matrimonio 2021 del INEGI, el estado ocupó el cuarto lugar con mayor número de matrimonios infantiles con cuatro casos, posición que compartió con Sonora; siendo Durango la primera posición con 14, seguido de Chihuahua con nueve; Michoacán con cinco; Aguascalientes, Guanajuato, Nayarit, Nuevo León, San Luis Potosí, dos cada uno; Jalisco y Tamaulipas uno cada uno.

“En 2021 se registraron 43 matrimonios, al menos una de las personas contrayentes era menor de edad. Estos casos se registraron en 12 entidades federativas”, expone el documento del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

En tanto que, en el año 2020, se habían registrado 26 matrimonios en toda la República Mexicana, en los que al menos una de las personas contrayentes era menores de edad. El reporte arrojó que fueron siete en Chihuahua, cinco en Durango, Puebla y Guanajuato con tres casos cada uno; Nuevo León y San Luis Potosí dos casos cada uno y Coahuila, Hidalgo, Jalisco y Zacatecas con un matrimonio cada uno.

Lo buscan tipificar como delito

Para este 2023, ingresó al Congreso local la iniciativa del diputado del Partido Acción Nacional (PAN), Oswaldo Jiménez López, que tiene como objetivo terminar con la práctica de matrimonios forzados en comunidades indígenas de Puebla, y por ello tipificar como delito la cohabitación forzada de personas menores a 18 años.

El legislador albiazul lamentó que en Puebla exista aún esta mala práctica, que violenta en su totalidad los derechos de las mujeres sin importar su edad, donde también hay casos en estados como Oaxaca y Guerrero.

Jiménez López expuso que este tipo de matrimonios son el resultado de sistema machista que excluye y margina a las mujeres y niñas de comunidades indígenas que se tienen en el estado de Puebla.

Por ello, presentó una reforma a la denominación Cuarta del Capítulo Sexto del Libro Segundo y del Artículo 228 BIS del Código Penal del Estado de Puebla, para proteger legalmente a menores de edad y aquellas personas que no tengan capacidad para comprender el significado del hecho o resistencia del mismo.

De ser aprobada, la reforma de Jiménez López sería castigado hasta con 15 años de cárcel y una multa superior a los 200 mil pesos; las sanciones aumentarán si la víctima pertenece a algún pueblo o comunidad indígena.

De acuerdo a la Encuesta de Salud y Derechos de las Mujeres Indígenas el 1.8 por ciento de las encuestadas manifestó haberse casado sin su consentimiento; el 2.3 por ciento inició su relación por un motivo de violencia; sin embargo, el .8 por ciento denunció haber sido comprada y el 1.5 por ciento que había sido robada pasando por alto su consentimiento.

Es preciso añadir que, si bien el Artículo 300 del Código Civil especifica que “no pueden contraer matrimonio las personas antes de cumplir 18 años de edad”, esta reforma busca sancionar el hecho cuando sin existir un documento oficial de por medio se obligue a los menores a vivir en unión informal.

De acuerdo con la propuesta del diputado local del PAN, este delito se acreditará cuando alguien “obligue, coaccione, induzca, solicite, gestione u oferte a una o varias de estas personas a unirse informal o consuetudinariamente, con o sin su consentimiento, con alguien de su misma condición o con persona mayor de 18 años de edad, con el fin de convivir, en forma constante y equiparable, como si se tratase de un matrimonio”.

Las víctimas serán “personas menores de 18 años de edad o personas que no tienen capacidad para comprender el significado del hecho o que no tienen capacidad para resistirlo”.

CHM