Mascotas llegan al cementerio, la última morada de "amigos eternos"

En Puebla, desde 2001 abrió sus puertas el primer cementerio para mascotas “Amigo Eterno, una muestra de amor hasta el último momento”.

Arca de Noé, cementerio para mascotas | Melanie Torres
Elvia García
Puebla /

Perros grandes y pequeños, gatos, así como conejos, desde hace años se han convertido en un integrante más de las familias; sin embargo, cuando llega el momento de partir, varios dueños han optado por mantener el recuerdo de la mascota, ya sea que se mande a cremar, tener su ceniza en casa o bien, dándoles una sepultura en un cementerio para mascotas.

El 27 de octubre comenzó la Temporada de Muertos en México. De acuerdo con la tradición, ese día regresan las mascotas, por lo que muchas personas les ponen en la ofrenda comida o las cosas con las que jugaban.


En Puebla, desde 2001 abrió sus puertas el primer cementerio para mascotas “Amigo Eterno, una muestra de amor hasta el último momento”, ubicado en la 24 Sur, Santa Clara La Venta, y que a la fecha alberga más de 200 mascotas que van desde perros, gatos, conejos, cuyos, hámsters, pericos y una pareja de chinchillas.

En entrevista con MILENIO Puebla, Jazir Meneses señaló que El Arca de Noé es un negocio familiar con servicio veterinario desde hace 30 años. En 2001 nació el cementerio de mascotas, espacio que busca darle una despedida a los “amigos eternos” de la mejor manera para que sus dueños se sientan tranquilos de que descansan en un buen lugar.


Con precios de mil 390 para razas pequeñas-medianas y de mil 980 para razas grandes, los dueños que han perdido su mascota pueden contratar el servicio del cementerio por cinco años; tras ese tiempo, lo pueden renovar por cinco años con un costo de 50 por ciento, o en caso que no quieran hacerlo se les entrega el resto de su mejor amigo.

El veterinario detalló que se tienen 20 años con las puertas abiertas y han pasado un sin fin de historias en el cementerio donde familias han dejado a su mejor amigo, y que cada vez que pueden los visitan, ya sea dejándoles flores, rehiletes, croquetas, juguetes, sobrecitos y regalos para adornar el espacio de 1.20 metros.


Abundó que de lunes a sábado, de 9:30 de la mañana a 5 de la tarde, el cementerio está abierto para las visitas y en estas fechas de Todos los Santos se espera recibir una gran número de visitantes. Si bien indicó que no se hace una actividad religiosa minutos antes del entierro de un animalito, se realiza una pequeña ceremonia simbólica, de acuerdo con lo que los dueños requieran; después, se le coloca una sábana blanca de algodón a las mascotas y son enterradas en una profundidad de 50 centímetros.

Familias llegan con perritos a visitar a sus mascotas

Jazir Meneses subrayó que hasta la fecha no se han presentado casos de familias que acudan al cementerio con música para sus perritos, pero sí de dueños que vienen acompañados de sus actuales mascotas y a lo mejor en vida eran amigos del fallecido para dejarle flores.

“Han venido con sus amigos perros, y con los nietos de esos perros, digamos que su perro se murió pero dejó hijos y pues vienen con ellos o con los nietos. Así como el amigo del perro que ya murió, y a lo mejor el perro no entiende qué pasa, pero esa parte es importante para los dueños”.


Por lo anterior, explicó que más de 200 animalitos están enterrados en el cementerio, pero al ser partícipe en todos, Jazir recuerda diversas historias de las familias.

“Tenemos perros de varias generaciones, el perro que se le dio al niño, que creció, se volvió adolescente se casó y su perro lo acompañó, que después tuvo un hijo y ese perro pasó a ser de él”.

Al exponer que todos las mascotas tienen una lápida con el nombre del perrito o gatito, los dueños han sido creativos y piden que se coloquen frases. Una de la que más recuerda Jazir es la de una mujer que puso: “Yo me escondía y tú siempre me encontrabas. Ahora tú te escondiste y algún día te voy a encontrar”.

AFM

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