Los municipios de la Zona Metropolitana de Puebla y Tlaxcala aparecen catalogados como de “Muy Alto Riesgo” en el Índice de Riesgo de Propagación de coronavirus y requieren de un plan especial para el reinicio de actividades que sea acompañado por una campaña de pruebas masivas y rastreo sistemático para evitar rebrotes, así como de un plan de apoyo económico para resistir a la contingencia.
De acuerdo con el análisis “¿México está listo para reabrir actividades?” realizado por el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), la región de Puebla y Tlaxcala aparece por encima del promedio de prevalencia de casos de coronavirus de las zonas metropolitanas del país y presenta un alto riesgo de propagación.
La Ciudad de México, junto con Puebla y Tijuana, se encuentran dentro del grupo de urbes con muy alto riesgo de propagación y han registrado una alta prevalencia de covid-19 en su población; este resultado es esperado dado el tamaño, densidad y estructura poblacional de esas metrópolis, destaca el análisis.
El IMCO resalta que existe incertidumbre sobre la etapa de la epidemia de covid-19 en la que se encuentra México debido al reducido número de pruebas realizadas, así como al alcance limitado de la red de instituciones de salud pública encargadas de monitorear el nivel y evolución de los contagios.
“La tendencia de los datos no parece indicar que hemos llegado al pico de contagios y, por el contrario, es posible que el punto máximo de nuevos casos confirmados se alcance en las siguientes semanas justo cuando se plantea desde el gobierno federal reabrir la economía”, destaca el análisis del IMCO.
Para el IMCO, la definición de fechas de levantamiento de las medidas de sana distancia y de contención a nivel nacional y local debe estar sujeta al comportamiento de la curva epidemiológica, por ello, debe existir flexibilidad en los tiempos y formas en las que se pretende regresar a la normalidad de las actividades.
El plan de reapertura, de acuerdo con el instituto, debe tomar en cuenta el riesgo de propagación, así como las características socioeconómicas de los municipios; y al diseñar e implementar una estrategia de reinicio de actividades se requiere un parámetro una medición del riesgo de propagación de la enfermedad. Ante la situación, el IMCO propone evaluar la posibilidad de reapertura con base en indicadores de riesgo de propagación, vulnerabilidad de la población, estructura económica y la extensión y profundidad de casos confirmados.
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