La pandemia por covid-19 está generando un retroceso educativo de más de una década en el estado de Puebla, con ello, el grado promedio de escolaridad de la población de 15 años y más de edad que es de 9.2, es decir, tercero de secundaria, descenderá a primer grado del mismo nivel.
Juan Martín Pérez García, coordinador de la iniciativa coordinador de la Iniciativa Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe, señaló que un retroceso educativo de más de 10 años para una población significa la pérdida de calidad educativa, la reducción de calidad de vida, el aumento del sufrimiento emocional y una reducción de la posibilidad de ser felices.
En medio de la pandemia y sus efectos en las familias, el abandono escolar está en aumento y, con ello, se reducen las oportunidades para que concluyan sus estudios de nivel medio superior y para que obtengan un título universitario, comentó el fundador de la Red por los Derechos de la Infancia en México.
En entrevista para MILENIO Puebla, Pérez García destacó que los efectos de la pandemia y su impacto en la educación se traducirán en un aumento de los flujos migratorios y un mayor poder de los grupos criminales ante la posibilidad de incorporar a más personas a sus finales.
Para el defensor de los derechos de la infancia, tres factores están marcando la realidad en medio de la pandemia que comenzó en marzo de 2020 y que se traduce en casi dos años de complicaciones educativas: el abandono de las escuelas, el trabajo infantil y los casamientos a una menor edad.
“Es evidente que hay tres factores que marcaron esta pandemia en Puebla, si eres de un pueblo originario, si vives fuera de los municipios urbanos o de la capital y si además tu familia educativa tiene una trayectoria escasa, el abandono escolar, el trabajo infantil y las uniones tempranas son prácticamente el único destino que tienen porque el estado está ausente, el estado no les está acompañando”, apuntó.
De acuerdo con la Medición Multidimensional de la Pobreza del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en medio de la pandemia por covid-19, 69.9 por ciento de la población, es decir, siete de cada 10 poblanos, enfrenta la pandemia de covid-19 y las variantes con ingresos inferiores a la línea de pobreza por ingresos; mientras que 30.8 por ciento de la población carece de acceso a una alimentación nutritiva y de calidad.
Las condiciones de pobreza están generando que los menores en lugar de acudir a la escuela se ven en la necesidad de abandonarla y conseguir un empleo para apoyar a sus familias, expresó Pérez García.
“Las condiciones de precariedad económica, de abandono, de ausencia del estado y de sobrevivencia hacen que la escuela no sea una prioridad para quienes tienen que comer todos los días, que somos todos. Las niñas y los niños con estas características de pobreza son los que abandonaron la escuela. Hasta ahora, la Secretaría de Educación Pública sigue en omisión dolosa de no informar cuántos niñas y niños perdimos en el presente ciclo escolar, en el 2021-2022”, expresó el especialista.
Por último, Pérez García resaltó que la pandemia de la covid-19 remarcó las desigualdades entre las familias y la educación se fue rezagando con una ausencia de apoyos económicos y con modelos educativos del pasado que se mantienen sin colocar al estudiante como el centro de los esfuerzos.
AFM