La Orquesta Sinfónica del Estado de Puebla rindió un emotivo homenaje de cuerpo presente a la soprano Elisa Ávalos Martínez, quien falleció a causa de un infarto el pasado 22 de septiembre.
Fue en punto de las 12:00 horas, cuando el féretro ingresó entre aplausos al Museo de Arte San Pedro, acompañado de sus familiares y amigos.
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Durante el homenaje, Ávalos Martínez fue recordada como una mujer excepcional, extraordinaria y con un gran talento para transmitir y tocar almas con su voz; además, se realizaron algunas interpretaciones como: Adagietto de la Quinta Sinfonía.
En su intervención, su esposo Omar Ruiz García, director de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio de Puebla y miembro fundador de la Orquesta Sinfónica del Estado de Puebla, mencionó que Elisa no murió, sino que trascendió.
Compartió que fue afortunado en haberla conocido, pues fue un honor y privilegio caminar y compartir el amor por la música.
El secretario de Cultura, Enrique Glockner, señaló que en Puebla se perdió a una gran artista y cantante, ya que deja un gran vacío en la música novohispana.
"La inmortalidad de las personas no está en la posibilidad de vivir más años, sino en la posibilidad de dejar legado en quienes la quisimos y en quienes estamos aquí recordándola y pensando en todo lo que ella nos dejó, en todos esos momentos, en los conciertos, pero también en las charlas, en la mirada y también en la sonrisa", expresó.
Por su parte, la directora de Museos, Anel Nochebuena Escobar, dijo que Elisa Ávalos, a través de su arte, logró lo que solo los grandes alcanzan: ser inmortal en el recuerdo de quienes la escucharon.
"Elisa no sólo fue solamente una soprano de incomparable talento como ya lo escuchamos, sino también una persona que irradiaba luz en todo lo que hacía, su entrega a la música fue total, su disciplina y pasión por el arte la llevaron alturas que pocos logran alcanzar en cada escenario", dijo.
Mencionó que la presencia de la soprano era importante y su voz era capaz de transportar a un mundo lejano, pues con cada interpretación invitaba a sentir lo más profundo del ser humano: el amor, el dolor y la esperanza.
"Elisa fue una persona amable, empática y siempre dispuesta a compartir su conocimiento y su tiempo con los demás. Su presencia llenaba de calidez cada lugar y su sonrisa al igual que su voz transmitía una serenidad que hoy tanto nos falta, su partida nos deja un vacío enorme pero aunque hoy lloramos ausencia encontramos consuelo en el legado que nos deja; su voz que seguirá siempre viva en nuestros corazones y en las corazones de quien tiene la fortuna de escucharla y en el eco de cada escenario que alguna vez pisó", recordó.
Elisa Ávalos, fue una pieza importante en el rescate y difusión de la música novohispana y formó parte de la primera generación del Estudio de Ópera de Bellas Artes del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
Hizo su debut en la ópera en la noche de Fígaro con el rol de Susana en el teatro Ocampo de la ciudad de Cuernavaca, fue beneficiada del estímulo a la producción artística del Centro del programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico.
Fue becaria del estudio de ópera de Bellas Artes, fue colaboradora cercana de la Secretaría de Cultura de Puebla, presentándose en diversas ocasiones con la Orquesta Sinfónica del estado de Puebla y la orquesta típica del estado de Puebla.
AAC