El cambio climático afecta los glaciares de las cumbres de tres montañas que rodean al estado de Puebla: el Popocatépetl o Cerro que humea, volcán del que ya se declaró extinto su glaciar; Iztaccíhuatl o Mujer dormida que perdió seis de sus glaciares; y Citlaltépetl, cerro de la estrella o Pico de Orizaba, que cada año registra una reducción de su glaciar.
De acuerdo con el estudio “El cambio climático amenaza a los glaciares mexicanos”, publicado en la Gaceta de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el país carece de un servicio glaciológico que realice acciones de monitoreo de forma permanente y las estaciones que fueron colocadas en el Iztaccíhuatl resultaron vandalizadas.
En el análisis, Hugo Delgado Granados, director del Instituto de Geofísica (IGF) de la UNAM revela que el retroceso al que están expuestos los glaciares mexicanos es impredecible, debido a que se suma el efecto antropogénico con el proceso natural.
Los investigadores mantienen estudios de los glaciares de las montañas que rodean al estado de Puebla durante las últimas décadas; sin embargo, los ejercicios no se realizan de forma permanente y sostenida; y solo duran el tiempo en el que se desarrollan los proyectos de estudio.
Actualmente, la UNAM y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) trabajan para equipar y mantener las estaciones de monitoreo de los glaciares, con el objetivo de que sea una actividad de tiempo completo; sin embargo, se encontraron con problemas de vandalismo.
El reporte de las estaciones de monitoreo instaladas revela que en el Iztaccíhuatl se intentó implementar un par de estaciones; sin embargo, algunas personas las vandalizaron; en el Popocatépetl, donde prácticamente no hay glaciares, no fueron instaladas; y, actualmente, las únicas estaciones en operación son las del Pico de Orizaba.
La investigación revela que, en el Iztaccíhuatl, montaña de cinco mil 240 metros, una altitud poco favorable para conservar hielo, cuentan cinco zonas glaciares, una en el pecho, otra en la panza, y tres en el suroriente; sin embargo, en el pasado llegó a tener 11. “Prácticamente, ha desaparecido gran cantidad de hielo y está en una situación vulnerable. En cualquier momento el hielo remanente puede deshacerse. Está cerca del límite”, advierte la investigación.
En el Popocatépetl, volcán de cinco mil 420 metros, debería contar con glaciares, pero debido a su actividad eruptiva se extinguieron.
Respecto al Citlaltépetl, conocido como Pico de Orizaba, se trata de una montaña de cinco mil 670 metros de altitud, con un sistema glacial que registra un retroceso paulatino, pero significativo. “Tiene la mayor probabilidad de sobrevivir un tiempo más, aunque bajo un pronóstico reservado, pues ha venido cambiando el clima global. Se piensa que puede permanecer dos o tres décadas más”, detalla la investigación.
El estudio agrega que los glaciares pueden compararse con instrumentos altamente sensibles. De tal manera que, si la temperatura ambiente global en el planeta disminuye, los glaciares crecen; pero si por el contrario aumenta, los hace desaparecer.
MPL