Remesas dan derecho a migrantes a participar en vida política: Ibero

En Puebla, las remesas familiares registraron un incremento anual de 3.4 por ciento entre los años 2018 y 2019.

Miguel Ángel Corona Jiménez, investigador de la Universidad Iberoamericana Puebla. (Jaime Zambrano)
Jaime Zambrano
Puebla /

La aportación en remesas que realizan los migrantes a estados como Puebla, entidad que en 2019 recibió mil 763.01 millones de dólares, les brinda el derecho a que participen en la vida política y puedan votar, explicó Miguel Ángel Corona Jiménez, investigador de la Universidad Iberoamericana Puebla.

Señaló que las organizaciones deben trabajar para garantizar a los migrantes su derecho a una vida digna a través de garantías como el ejercicio del voto en su país, donde están presentes con las remesas que mandan.

Durante el foro “Análisis sobre los derechos político-electorales de la comunidad migrante en el estado de Puebla” que se realiza en la Ibero Puebla, el académico explicó que, a nivel nacional, las remesas representan ingresos para el país por 36 mil 48 millones de dólares.

“Las remesas superan a la Inversión Extranjera Directa (IED), así como a los ingresos por venta de petróleo y turismo. Por ello, la injerencia en el equilibrio de la economía les da el derecho a buscar que se les garantice su acceso al voto”, destacó el especialista en temas migratorios y política internacional.

En Puebla, las remesas familiares registraron un incremento anual de 3.4 por ciento entre los años 2018 y 2019, con lo que la entidad recibió el mayor monto de recursos desde que se tiene registro, de acuerdo con datos del Banco de México (Banxico).

Manifestó que, en el mundo, más de 270 millones de personas viven fuera de las fronteras de sus países de origen, ya sea por persecución de violencia, desplazamiento o condiciones climáticas, entre muchos otros factores.

El investigador de la institución que forma parte del Sistema Universitario Jesuita resaltó que el sufragio es una vía para reivindicar la ciudadanía mexicana, pese a que sus pobladores se encuentren fuera del territorio nacional.

“Desde 2005 se permite el voto a los migrantes desde el extranjero. Los resultados revelan que en 2006 votaron 40 mil 876 personas; en 2012 lo hicieron 59 mil 115; y en 2018 fueron 98 mil 470. Pese a que los datos revelan que se presenta un avance, es insuficiente para una sociedad ávida de democracia”, agregó el especialista.

Ante la baja participación de los migrantes en el llamado programa “Voto desde el Extranjero”, el académico resaltó que a los migrantes antes que ejercer su derecho de sufragar, les interesa buscar la manera de ganar dinero y mandar a sus familias.

“Los migrantes están presionados, están buscando mandar remesas. Nunca nos detenemos a ver qué hay detrás de las cifras. Es importante que todos hagamos un mayor esfuerzo para garantizar la representatividad que ellos necesitan para no tener que vivir aislados”, explicó.

Corona Jiménez explicó que los migrantes tampoco votan porque predomina una cultura de miedo porque deben dar datos que exponen su calidad foránea y consideran que dicha información puede ser utilizada para que luego se realicen procesos para que sean deportados.

“Viven los migrantes con el temor a ser deportados. De forma adicional, la burocracia no contribuye a la cultura del sufragio. No votan porque no quieren votar, es igual que aquí. Necesitamos educarlos para que confíen en las instituciones. La desconfianza es generalizada”, concluyó.


MPL

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