Renas, el sirio que escapó a México en busca de la paz

Especiales MILENIO / Entrevista

Tras el estallido de la guerra en su país en 2011, un grupo de jóvenes se integró al proyecto Habesha, iniciativa que les da oportunidad de estudiar para luego volver a su patria para contribuir a la reconstrucción de la nación.

Arribo de uno de los estudiantes a CdMx. (Fanny Miranda)
Renas Alahmad cursa relaciones internacionales en la "Ibero". (Fanny Miranda)
Ciudad de México /

Desplazado junto con su familia en 2011 por la guerra civil en Siria y refugiado al norte de Irak durante seis años, Renas Alahmad logró llegar a México hace un año para continuar sus estudios universitarios y cumplir el sueño de convertirse en diplomático, un mensajero de la paz que contribuya a reconstruir su devastado país, gracias al proyecto Habesha, una iniciativa de la sociedad civil mexicana.

“Cuando la guerra estalló en Siria, hace siete años, yo nunca usé armas. Yo creo en la paz, yo rechazo todos los grupos armados, porque somos humanos, porque podemos encontrar soluciones a través de lo diplomático, y yo quiero ser embajador de mi país, por eso trabajo y quiero estudiar relaciones internacionales, para trabajar en el campo diplomático en el futuro y laborar en ONG”, explicó el joven de 24 años, en entrevista con MILENIO.

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Renas había concluido sus estudios de bachillerato en Damasco, la capital de Siria, cuando la guerra estalló. Pasó algunos meses en Líbano y luego se marchó junto con sus padres y hermanas a Kurdistán, región al norte de Irán, donde permaneció en un campo de refugiados alrededor de cinco años, trabajando para una organización humanitaria, mientras sus tres hermanas y madre lograron emigrar a Alemania.

“En Irak no podía estudiar, ni encontrar una beca o una universidad para continuar con los estudios; no estaba disponible y por eso yo siempre estuve buscando una beca en algún lugar, hasta que encontré el proyecto Habesha, yo vi las actividades en internet, y un amigo me dijo: quien quiere va a México a estudiar.

“Estuve un poco preocupado porque México es muy lejos, y por el idioma, no hablaba español”, destacó.

Mientras Kurdistán celebraba un proceso de referendo para lograr su independencia de Irak, Renas hacía el papeleo para salir del país, el proceso le tomó cinco meses y alcanzó a migrar a Irán antes del cierre de los aeropuertos, debido a que en Irak no hay embajada mexicana.

Después de cinco días, logró volar a Rusia para iniciar el gran viaje al continente americano, sin pasar por Europa ni Estados Unidos, “porque no puedo ir a otro país por mi pasaporte de Siria. Yo fui de Moscú a La Habana y por fin llegué a México el 27 de septiembre de 2017”.

30 JÓVENES

El proyecto Habesha es una iniciativa que surgió hace cuatro años en nuestro país, con la intención de lograr que la menos 30 jóvenes sirios reanuden sus estudios universitarios en México. El pasado 2 de octubre, arribó al país el joven de 20 años Amjad, quien estuvo refugiado en Yemen desde 2012.

“Estoy feliz porque todo está avanzando y estoy muy agradecido con México, con el proyecto Habesha. ¡Muchas gracias!”, expresó el joven en inglés.

Durante la espera en la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de México, Francisco Olguín, embajador de México en retiro y miembro del proyecto Habesha, explicó que los jóvenes sirios “no llegan como refugiados, llegan como estudiantes y se comprometen a que al terminar sus estudios volverán a su país a trabajar por su gente, por sus familias en Siria.

“El proyecto da la capacidad de formarse y regresar a su país con mayores capacidades para participar en la reconstrucción de Siria”, indicó.

Por su parte, Cristina Blumenkron, coordinadora de Seguimiento de estudiantes del proyecto, explicó que cuando ellos llegan a México, son trasladados a Aguascalientes, para comenzar su fase de integración; “dura alrededor de 11 meses en los que ellos aprenden español por tres meses y después vamos incorporando otras materias como historia de México, matemáticas e inmersión cultural”.

ABRAZO DE MONSTRUO

Renas Alahmad ya concluyó ese proceso, así que en agosto pasado se mudó a Ciudad de México para iniciar la carrera de relaciones internacionales en la Universidad Iberoamericana, una de las ocho escuelas privadas con las que Habesha tiene convenio.

“Este es mi sueño desde pequeño, me encanta la política, las relaciones internacionales y aprender sobre otras culturas, sobre otras ideologías, sobre otros idiomas. Yo creo en la paz”, afirmó.

Renas es kurdo y musulmán, un joven que se siente libre en México, país al que describe “como una pintura de muchos colores”, en donde existen grandes oportunidades, pese a desigualdades y contrastes.

“Aquí nadie tiene miedo sobre su cultura, sobre su ideología, sobre su idea, porque hay democracia, porque hay estabilidad, un país con mucho potencial”.

El proyecto Habesha se fondea a través de donaciones de la campaña Cien por Siria, por lo que los jóvenes reciben unos 10 mil pesos mensuales para sus gastos como renta, alimentación y vestido.

Los 15 estudiantes se comprometieron a efectuar un plan para la reconstrucción de Siria al finalizar sus estudios, uno de ellos, concluirá este año, pero el regreso a su país todavía es incierto.

En tanto, deben aprovechar la oportunidad de tener un lugar en la universidad en Ciudad de México, lugar que en la distancia imaginaban como el “el gran monstruo” y que los ha abrazado frente a la desgracia.

“Ahora estoy en Ibero, estoy en City Mex, disfruto. Estoy tan feliz, porque esta oportunidad que tengo, muchos estudiantes en Siria no tienen, muchos jóvenes no tienen esta oportunidad”, subrayó un alegre y emocionado Renas Alahmad.

  • Fanny Miranda
  • Reportera de MILENIO, fan de la naturaleza y cazadora de atardeceres. Por sus trabajos sobre medio ambiente, ha ganado el Premio Aleman de Periodismo Walter Reuter 2022 (2do lugar) y Premio Nacional de Periodismo de Ciencia, Tecnología e Innovación en 2016, entre otros.

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