Con barro y horno encendido resiste tradición alfarera en el Barrio de la Luz

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Conoce el barrio donde se instalaron los primeros hornos para esta tradición por las características del suelo y la conectividad con la Puebla hispana e indígena.

Con barro y horno encendido resiste tradición alfarera en el Barrio de la Luz | Melanie Torres
Puebla /

Por su antigüedad y vocación alfarera que data del siglo XVI, el Barrio de la Luz es uno de los sitios más emblemáticos de la ciudad Puebla, ya que en este punto se instalaron los primeros hornos por las características del suelo y la conectividad con la Puebla hispana y la indígena.

Sin embargo, en la actualidad, esta tradición podría estar en la antesala de desaparecer, ya que existe poco interés en las nuevas generaciones por aprender este oficio, y la costumbre de visitar los panteones y colocar ofrendas por motivo de Todos los Santos se ve amenazada.

Con barro y horno encendido resiste tradición alfarera en el Barrio de la Luz | Melanie Torres

En entrevista con MILENIO Puebla, Genaro López recuerda que a los 5 años jugaba con barro en la casona ubicada en Juan de Palafox y Mendoza 1403; de manera lúdica aprendió a trabajar este material y los distintos procesos. Su padre le enseñó a amasar y a cómo utilizar los tornos, los procesos de secado y armado, así como de los tiempos en los distintos hornos. De esta forma, durante más de 50 años la elaboración y venta de sahumerios, cacerolas, así como de candelabros le han permitido proveer de lo necesario a su familia.

"Le da a nuestras familias el sustento, pero no le da como tal una garantía de vivir amplia y cómodamente. Es un oficio que no te va a dejar morir, te da para comer, pero no da para más. En lo personal lo quiero mucho, lo ejecuto porque ha sacado mi vida adelante, la vida de mis hijos, de mi familia, pero para ellos ya no es tan redituable como para nosotros."

Pese a que intentó heredar este oficio a sus hijos, ellos tuvieron la oportunidad de estudiar una licenciatura; por ello ejercen el oficio como una alternativa, no por necesidad, más enfocado el esfuerzo a preservar la tradición que por negocio.

Con barro y horno encendido resiste tradición alfarera en el Barrio de la Luz | Melanie Torres

Durante todo el año, la familia de Genaro López elabora cazuelas de distintos tamaños, produce y almacena los candelabros y sahumerios con el objetivo de abastecer a los poblanos durante la temporada de Día de Muertos; al terminar las festividades, guarda un fondo para sobrellevar los meses de ventas bajas.

Oficio de precisión

De acuerdo con Genaro, el proceso inicia con la recepción del barro que se trae desde Amozoc, previamente la zona era rica en arcilla, pero con la urbanización esto cambió. La materia prima se recibe en grandes trozos, como piedras, mismas que se fragmentan en trozos de menor tamaño; con el polvo y grava se forma una especie de cacerola y al centro se deja remojar por una noche, para que cambie a un estado maleable.

Con barro y horno encendido resiste tradición alfarera en el Barrio de la Luz | Melanie Torres

El segundo paso es la producción, la cual ocupa varios días ya que tanto las cazuelas como los juguetes, como nombran a las piezas de menor tamaño, tienen que reposar al sol un día y luego son esmaltados para ponerlas a secar algunas horas más.

Después, las piezas pasan al horneado; sin embargo, algunas requieren de dos a tres repeticiones de este proceso, según el producto y su terminado. Es necesario destacar, que el horno con el que cuenta esta sociedad de artesanos tiene más de 300 años, por lo que es el más antiguo en Puebla, pese a que ha presentado cambios y fenómenos naturales, pero funciona gracias al mantenimiento constante.

Con barro y horno encendido resiste tradición alfarera en el Barrio de la Luz | Melanie Torres

Con el paso del tiempo el taller se ha visto amenazado por distintas circunstancias, una de ellas fue que el predio donde laboran los artesanos entró en una querella legal, ya que el dueño falleció sin tener herederos; sin embargo, en cumplimiento a la voluntad del finado, continuó con la tradición alfarera.

Otro momento crítico fue la pandemia, debido a que el confinamiento social orilló a los artesanos a endeudarse. Después de dos años, de acuerdo con Genaro, apenas comienzan a saldarse. Por lo anterior, llamaron a los poblanos a preservar las tradiciones y visitarlos para comercializar sus productos en el Barrio de La Luz, en avenida Palafox y Mendoza 1403.

Con barro y horno encendido resiste tradición alfarera en el Barrio de la Luz | Melanie Torres



CHM

  • Alfredo Fernández

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