Varados desde hace meses en Reynosa por el cierre de fronteras con Estados Unidos, niños migrantes hoy reciben clases de educación básica gracias a la ayuda de voluntarios de Save the Children.
Miembros de la organización instalaron una pequeña escuela dentro del albergue Senda de Vida, donde refuerzan los conocimientos académicos a los pequeños y además, los hacen olvidar el proceso que viven junto a sus padres para solicitar refugio en el país vecino.
“Lo que nosotros tenemos es una propuesta para ayudar a las personas que están en movilidad, para mitigar toda esta situación que tienen, que los niños olviden todo este proceso que llevan. Es una experiencia muy, muy bonita, a lo largo del tiempo uno se va encariñando con los niños, se siente su calor que nos brindan desde nuestro arribo”, declaró Miroslava García, trabajadora social de Save the Children.
De lunes a jueves los profesionistas llegan cerca de las 10 de la mañana, en la explanada del albergue instalan una carpa, mesabancos y material didáctico.
Este proyecto está abierto a niños migrantes albergados desde 1 a 17 años. Cuenta con asesorías de Protección Infantil, Educación básica, y Educación en salud y cuidado personal.
“Al inicio de las clases tenemos una clase que se llama Educación en Emergencia que es también lo que se trata el espacio amigable, es también ayudar a los niños con el refuerzo de la escuela, también con esta situación de la pandemia los ayudamos un poquito ya sea materias de escuelas, cosas personales, con los papás; yo soy trabajadora social, cuento con un compañero que es psicólogo, si necesitan una ayuda se la brindamos a los papás y a los niños”.
Originarios de África, Honduras, Venezuela, y Brasil, los niños tienen así la opción de reforzar su desarrollo educativo, olvidarse por algunas horas de estar lejos de casa y sobre el idioma, Miroslava García indicó que han podido adaptarse, pues los niños aprenden con facilidad y ya hablan un poco de español.
“La ventaja es que como los niños están chiquitos y ya llevan un rato en el albergue, la barrera del idioma la hemos estado rompiendo.
“Hacemos muñecos, juegos, luego pintamos”, explicó Danna Paola, quien es originaria del Estado de México.
Cabe señalar que a consecuencia del cierre de fronteras hay otros niños extranjeros que ya cursan de forma oficial sus estudios en Reynosa.
La titular del Centro Regional de Educación (Crede) en Reynosa, Georgina Aparicio Hernández, dijo que “primeramente al niño no se le niega el espacio, generalmente todos traen sus documentos y pues se solicita el que le falte. Predominan venezolanos y dos o tres de Uruguay y Hondureños, también cubanos que ya están trabajando aquí y dicen que llegaron para quedarse, los niños no deben perder la escuela”.
Los menores que cursan bajo este esquema son poco más de una decena, explicó Aparicio Hernández.
ledz