Santander aseguró que los recursos e información de sus clientes no están en riesgo ni fueron vulnerados luego de que una sucursal en Irapuato fuera asaltada por criminales.
La firma financiera desmintió que el atraco, ocurrido el jueves 11 de abril en esta sucursal en Guanajuato, se cometiera por ‘hackers’, como en un inicio se informó.
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De acuerdo con un comunicado enviado a Bolsa Mexicana de Valores (BMV), en la sucursal ubicada en la Plaza Zeus, sobre la Avenida Solidaridad, a poca distancia de las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Irapuato no se registró algún tipo de vulneración al sistema o del área de la bóveda del banco.
Sin embargo, se trató de un acto en el que un grupo de delincuentes ingresaron a la instalación y vandalizaron los cajeros automáticos.
Derivado de este acontecimiento, el grupo financiero destacó que los recursos e información de sus clientes no están en riesgo y tampoco se encuentran vulnerados.
"El banco ya procedió con la denuncia correspondiente y está en colaboración permanente con las autoridades para la persecución de este delito", indicó.
De acuerdo con la información que inicialmente se dio, el robo ocurrió alrededor de la 1:30 de la madrugada, momento en que el sistema de seguridad del banco emitió el primer reporte de actividad sospechosa.
Se manejó como un ‘hackeo’ ya que elementos de la Policía Municipal y personal de la empresa de seguridad privada del Banco Santander se desplazaron al lugar y a pesar de realizar rondines en el exterior del banco, no se observó ninguna actividad inusual, por lo que se retiraron.
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Sin embargo, aproximadamente a las 3:30 de la madrugada, se generó un segundo reporte de alerta por parte del sistema de seguridad del banco. Una vez más, la Policía Municipal realizó una inspección exterior del edificio, pero no se detectaron signos de robo.
Fue hasta las 8:00 horas cuando los empleados del banco descubrieron el robo, esto tras hallar evidencia de la intrusión de los ladrones y reportaron el incidente al sistema de emergencias 911, lo que llevó a la rápida llegada de la policía municipal para acordonar la zona.
Según el testimonio del personal del banco, los ladrones habrían utilizado técnicas de hackeo para desbloquear las claves de seguridad de la bóveda y los cajeros, lo que les permitió sustraer más de dos millones de pesos en efectivo.