Los trabajadores de las rosticerías ubicadas en la ciudad de Puebla, tienen jornadas laborales de hasta once horas bajo una temperatura de 47 grados, que se percibe dentro de los establecimientos debido al constante uso de hornos; además sumado a estas condiciones se encuentran las olas de calor por las que atraviesa el país.
Por tal motivo, los empleados han tomado medidas para sofocar las altas temperaturas en su trabajo, con la finalidad de evitar enfermedades y afectaciones a su salud a corto, mediano y largo plazo.
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En entrevista para Multimedios Puebla, el gerente del negocio El pollo del norte, Dionisio Márquez explicó que han tenido que cambiar los roles de trabajo, asimismo, los colaboradores se turnan para manipular el horno.
“Lo que hacemos es ya no utilizar el mandil de plástico que impedía la ventilación de nuestro cuerpo, ya no traemos prendas extra solo el uniforme, desgraciadamente, no podemos cambiar el pantalón por el short, pero salimos del local para poder respirar aire y sentir menos calor”, dijo para esta casa editorial.
Durante aproximadamente dos horas, los trabajadores deben manipular el horno; sin embargo, tienen periodos de al menos siete minutos cada hora al aire libre, para que de esta forma puedan descansar de las altas temperaturas que se registran en la entidad.
“Se siente mucho el calor, todo el día estamos sudando, lo que hacemos también es tomar mucha agua para que no nos deshidratemos, intentamos tomar los descansos para salir y tomar aire”, dijo el gerente.
Entre los problemas que podrían desencadenarse por la exposición excesiva a las altas temperaturas, se encuentran los golpes de calor, la deshidratación y artritis, a largo plazo.
Cabe destacar que, en las instalaciones, no se cuenta con ventiladores o aire acondicionado, lo que agrava la situación para todos los empleados que se desempeñan en este lugar.
CHM