Debido a la abundante presencia de jaurías en el Parque Nacional Desierto de los Leones, que provocan daños a la fauna silvestre, la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México realiza un diagnostico para identificar a los canes susceptibles de adopción, dado que las normas para el control de fauna feral, prevén el sacrificio de los perros que ya se han asilvestrado.
“Hay formas de controlarlo, es muy complejo (...) ahorita estamos haciendo estudios para determinar las poblaciones, hay normatividad que se aplica en esos casos, normas de Semarnat que se aplica cómo eliminarlas, qué tratamiento se les debe de dar, pero lo primero es tener diagnóstico; es en lo que estamos trabajando ahorita para perros ferales”, dijo Carlos Vázquez Martínez, director de Áreas Naturales Protegidas y Áreas de Valor Ambiental de la Sedema, en entrevista con MILENIO.
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Este domingo, MILENIO publicó que el monitoreo de la biodiversidad realizado en el Desierto de los Leones –mediante cámaras trampa–, arrojó que 6 de cada 10 fotos obtenidas corresponden a perros sin dueño, lo que demuestra la abundancia de los animales domésticos, frente a la fauna silvestre. “De los mil 909 registros que se tienen de fauna, 874 son de especies nativas y el resto son perros”.
Los perros ferales son perros que fueron domésticos, y que al ser abandonados por sus dueños o al perderse en una visita al parque, se volvieron salvajes para sobrevivir en el medio natural, formando jaurías que compiten con la fauna silvestre.
“Los perros en las Áreas Naturales Protegidas y en la zona forestales de la Ciudad de México, están formando jaurías, existen jaurías de perros ferales que ya se han asilvestrado o perros que de libre rango, que van y duermen en una casa en la noche y en el día se andan sueltos y se meten a las zonas con vegetación”, dijo el funcionario.
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Explicó que estos perros atacan a la biodiversidad, a los conejos, las pequeñas este culebras que existen en estos espacios, lagartijas, y de eso se alimentan y van destruyendo y desplazando, también como van marcando su territorio, los animales nativos, los detectan y cómo los identifican como depredador se alejan de esa zona y se van desplazando.
En México, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) expide los permisos para el manejo, control y remediación de fauna feral; pero antes de llegar al sacrificio, la Sedema y la Agencia de Atención Animal (Agatan) de la Ciudad de México prevén “rescatar” a los perros que aún no se asilvestran.
“En el Desierto de los Leones estamos haciendo el estudio de perros ferales, primero hay que determinar qué perro es feral, no todos los perros que uno puede encontrar necesariamente están asilvestrados, todavía hay mucho perros que tienen condición, que se pueden capturar y dar en donación, uno de los pasos es ver la cantidad de jaurías que hay y las condiciones, que tan asilvestrados están; si se capturan, se pueden dar en donación o qué manejo se les va a dar”, dijo Vázquez Martínez.
Añadió que el Bosque de Tlalpan, el Parque Ecológico de la Ciudad de México y el Parque Ecológico de Xochimilco son otras de las áreas protegidas de la capital, con graves problemas de jaurías, que analizan cómo controlar.
CHZ