Por la exigencia ciudadana por una mejor calidad en el transporte, y ante los constantes casos de inseguridad a bordo de las unidades, el 20 de marzo de 2018 el gobierno mexiquense, a través de la Secretaría de Movilidad, publicó un acuerdo en la Gaceta de Gobierno con el cual los concesionarios del transporte público, obligatoriamente, tenían hasta el 30 de junio de 2019 para sustituir sus vehículos obsoletos e instalarles cámaras de videovigilancia, sistema de geolocalización y botón de pánico; así como contar con identificación de las unidades, permisos y otros elementos. El plazo se cumplió sin que se pudiera cubrir al cien por ciento esa exigencia.
Actualmente, luego de más de dos meses de confinamiento social, cierre de escuelas y negocios derivado de la pandemia de coronavirus que azota al país y al mundo, los transportistas reportan importantes pérdidas económicas y la baja de hasta 80% en su actividad. En este contexto, en entrevista para MILENIO Estado de México, el secretario de Movilidad mexiquense, Raymundo Martínez Carbajal reconoce que, "por sentido común" no será este año cuando se cumplan esos objetivos, y quizá se establezca una nueva fecha hasta el 2021.
En su momento, el decreto de marzo de 2018 fue duramente rechazado por transportistas, y exigieron contar con más tiempo para cumplir con la normatividad, dado el número de unidades y el gasto para instalar los mencionados implementos.
Posteriormente, a finales de 2019, el marco de la aprobación de una nueva tarifa del transporte público del 20%, se publicó otro acuerdo con nuevo plazo hasta antes del 15 de diciembre del 2020. El principal argumento fue la insuficiencia del tiempo para la regularización.
Sin embargo, ahora el funcionario dejó claro que "no por el hecho de estar pasando por una situación tan traumática -y la presión enorme que tenemos en materia económica por la pandemia- podemos perder de vista nuestros propósitos centrales: la regularización, el ordenamiento, la sustitución de unidades; no lo vamos a abandonar. Estamos buscando la fórmula para lograr que además se pueda reactivar el sector en el menor tiempo posible". Y el tiempo, señala, "es un tema relativo, cuando uno escucha proyecciones de países como Alemania o como toda Europa, que sugieren que les tomará 30 años recuperarse".
Económicamente, explica, "si frenó el mundo, sería ilógico que no se frenara el sector transportista. Es una cuestión fuera de lo común. Los recursos que usualmente tenían bajaron hasta llegar a 25%, por supuesto que impacta".
Agregó que están trabajando "renegociación de deuda de transportistas con las financieras y la recuperación más rápida posible, con todos los elementos a nuestro alcance; un paquete de beneficios para transportistas, de tal manera que no abandonemos los objetivos principales".
Reconoció que la situación "nos va a quitar el impulso que traíamos en lo que le resta a este año. Sin duda tenemos que echar mano de nuestro sentido común, no hay modo de asumir una postura rígida. Tendremos todos que poner nuestro grano de arena y una enorme conciencia para generar los elementos y las condiciones para que no se pierda el propósito de tener un mejor sistema de transporte", concluyó.
KVS