De acuerdo con el testimonio de Rocío, sexoservidora desde hace más de una década, las trabajadoras que ejercen esta clase de labor en los distintos hoteles, moteles y casonas del Centro Histórico de Puebla, pueden ganar hasta 4 mil 800 pesos por día, en un horario de 8 horas, cuando las condiciones son las ideales.
Esto en el supuesto que atiendan a un cliente cada 15 minutos (tiempo máximo que tienen permitido por la tarifa básica), con los riesgos de salud que esto implica, además del dolor físico y agotamiento.
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A lo anterior, hay que sumar el constante peligro de que el establecimiento en donde prestan sus servicios sea inspeccionado por personal de normatividad, y en dado caso, sean detenidas por faltas a la moral. Rocío ha trabajado de manera voluntaria en Oaxaca, Tlaxcala y Puebla en el llamado oficio más antiguo del mundo, y considera que hay mucho por avanzar en materia legislativa y de normatividad municipal por parte de los diputados y regidores, ya que en todo este tiempo ha tenido que desempeñar sus funciones “toreando” a la autoridad y pagando “protección” en los distintos lugares donde se conglomeran ella y sus colegas.
“En cuanto a lo legal, no sé, siempre nos han perseguido, por ejemplo a las compañeras que trabajan en el #110 (vecindad ubicada en la 12 poniente número 110, donde les rentan habitaciones para brindar sus servicios), les aplicaron un operativo y las tuvieron detenidas durante un largo rato, hasta que otras chicas lograron que las liberaran, pero para ello fue necesario que interviniera personal de Derechos Humanos y representantes de los medios de comunicación”.
En ese sentido, Rocío asegura con enojo que las mantuvieron desnudas e incluso sufrieron tocamientos sin su consentimiento por parte del personal que realizó tal operativo. Pese a la clara molestia externada por la entrevistada, asegura que ella realiza ese tipo de trabajo por iniciativa propia, nadie la explota o le pide una cuenta, además le permite ser dueña de su tiempo.
Normatividad actual En la capital del estado existe el Código Reglamentario para el Municipio de Puebla (Coremun), que en pocas palabras organiza la administración pública de la comuna, regula las materias, procedimientos, funciones y servicios públicos, además, se encarga de asegurar la participación ciudadana y vecinal.
En este, la prostitución está sancionada en el artículo 209 fracción IV, inciso F, en donde se señala que "se consideran faltas o infracciones administrativas y se sancionarán con: amonestación, multa del equivalente del valor diario de 10 a 100 unidades de medida y actualización al momento de determinarla, arresto de hasta treinta y seis horas o trabajo a favor de la comunidad, a las personas que ejerzan, permitan o sean usuarios de la prostitución, en lugares públicos. Considerando lo anterior, tanto los espacios como las personas que se dedican y permiten el trabajo sexual, están fuera de la norma y son acreedoras a una sanción por afectar a la moral", pero pese a esto existe más de una decena de sitios establecidos donde les permiten ejercer este oficio.
De acuerdo con la entrevistada, el dinero que pagan incluye esa “protección” para laborar, sin embargo, hay distintos operativos en donde las detienen y acusan, incluso les piden dinero extra para no ser detenidas; por su parte, la entrevistada solo pide que les permitan hacer su trabajo, ya que no hacen daño a nadie y algunas de sus compañeras dependen del mismo para poder mantener a sus familias.
CHM