Los sismos de septiembre de 2017 dañaron 621 inmuebles catalogados como patrimoniales, entre ellos, templos y ex conventos. A tres años de los movimientos telúricos, ya se completó la reconstrucción en 52 por ciento de las construcciones con valor histórico; mientras, más de 18 por ciento están en proceso de intervención y en 21 por ciento, en 130 inmuebles, todavía no inician los trabajos físicos de restauración.
El Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Puebla reporta la aplicación de más de 800 millones de pesos en procesos de reconstrucción; sin embargo, faltan por aplicar más de mil 200 millones de pesos para completar los trabajos.
De acuerdo con sacerdotes de la Arquidiócesis de Puebla, en más de 70 templos, la mayoría ubicados en la región de Izúcar de Matamoros y Chiautla de Tapia, es decir, en la zona aledaña al epicentro del sismo del 19 de septiembre, todavía no inicia ningún trabajo de reconstrucción y los espacios se encuentran condiciones similares de cuando se presentó el movimiento telúrico.
Para los religiosos, la situación es complicada porque la madera que se ocupó para apuntalar los templos está seca y podría presentarse un riesgo.
El Observatorio Nacional de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) revela que la diócesis más afectada en el país por los sismos de 2017 fue la de Puebla, con 518 templos dañados, los cuales se ubican en cuatro de seis zonas pastorales.
En la entidad, la zona pastoral más afectada por el movimiento telúrico del 19 de septiembre de 2017 fue la sur, es decir, la que corresponde a los decanatos de Atlixco, Izúcar de Matamoros y Chiautla de Tapia.
El director del Centro INAH en Puebla, Manuel Villarruel Vázquez, explicó que a pesar de los daños, los inmuebles se pueden reconstruir y, en muchos proyectos, se desarrollan herramientas como morteros para seguir las mismas técnicas que se usaron para construirlos.
“El INAH ha seguido trabajando en el Programa Sismo. El programa avanza, se ha logrado consolidar financieramente los recursos. El INAH cuenta con el compromiso de reconstruirlos. Actualmente, en Puebla tenemos un poco más de 52 por ciento de templos, capillas y ex conventos atendidos. Más de 18 por ciento de los templos están en proceso de intervención; y 21 por ciento de los inmuebles están en proceso de inicio de obras”, apuntó.
Destacó que no existe una fecha para completar la reconstrucción de los inmuebles, trabajo que depende de muchos factores; sin embargo, se tiene contemplado que continúen durante el resto de este año; algunas obras se entregarán a lo largo de 2021 y otras en el año 2022.
“Tenemos casos que se van a concluir este año, hay templos que están cercanos a entregarse. Sabemos que fueron clasificados con daño severo algunos de ellos y todavía requerirán más de un año de trabajo. Todos los que se terminen en 2021, en 2022 estarán recuperados para volver a servir siguiendo con la función para la que fueron creados. Aquí en Puebla, los monumentos religiosos siguen en uso”, explicó.
Respecto a los recursos para la reconstrucción, el director del Centro INAH en Puebla, Manuel Villarruel Vázquez, comentó que se aplican diferentes estrategias, entre ellas, el cobro de los seguros contratados por la federación.
“Ya se aplicaron más de 800 millones de pesos en la reconstrucción. El monto por aplicar podría ser superior a mil 200 millones de pesos. Forma parte de todo el proceso de fondeo, algunos fueron erogados con lo asegurado. Algunos proceden de fondos federales. Los recursos están programados. Tenemos esa relativa tranquilidad”, explicó.
Inmuebles, con trabajos por iniciar: INAH
A tres años del sismo, en más de 130 inmuebles todavía no inician los trabajos físicos de intervención; sin embargo, de acuerdo con el Centro INAH en Puebla, se está en proceso de análisis para concluir los proyectos de rescate y en la definición de la aplicación de los recursos.
“De estas acciones o templos en los que, a veces, parece que físicamente no se está haciendo nada, se está trabajando. Tenemos templos sumamente graves, casos que fueron clasificados con un daño de tipo severo, estamos elaborando los proyectos. Cada proyecto es sumamente detallado y nos está llevando más tiempo”, destacó Manuel Villarruel Vázquez, director del INAH en Puebla.
Entre las construcciones en las que todavía no comienza la reconstrucción, se encuentran los templos de Santiago y Santo Domingo en Izúcar de Matamoros; y los ex conventos de Huejotzingo, Tochimilco y Huaquechula.
“En Izúcar de Matamoros, en el ex convento de Huaquechula se trabaja en los proyectos. Se ha aplicado la participación de especialistas de otras instituciones, entre ellos, egresados de la propia UNAM para tomar estos casos severos. Una vez que concluyamos esta fase haremos trabajos de obra más prácticos”, comentó.
Villarruel Vázquez destacó que los ex conventos de Huaquechula y Tochimilco, en la región de Atlixco, quedaron severamente afectados y se trabaja en el desarrollo de laboratorios para aplicar técnicas de reconstrucción similares a las que se ocuparon cuando fueron edificados.
“Los dos conventos de Huaquechula y Tochimilco quedaron sumamente dañados y que implicaron procesos de conservación. Se han desarrollado talleres y laboratorios específicos, las canteras originales y los morteros que será necesario utilizar para la restauración”, apuntó.
La imagen de Santiago Apóstol regresará
El director del Centro INAH en Puebla explicó que diferentes construcciones y bienes que estaban dentro de los inmuebles, quedaron con daños severos tras el sismo de 2017.
Una de las obras más dañadas fue la escultura policromada de Santiago Apóstol de Izúcar de Matamoros, la cual suma casi tres años en proceso de restauración.
“El daño en la imagen de la escultura el Santiago, en Izúcar de Matamoros, fue mayor al colapsar la cúpula. Quedó hecha fragmentos, pedazos. Se están haciendo trabajos muy importantes y se está restaurando esa escultura. Es realmente un tesoro de esa escultura. Quizá no sea este año y quede en 2021”, comentó.
La escultura de Santiago o “Santiaguito” como la conocen los fieles es tallada policromada, está compuesta por un jinete y su caballo. Fue trasladada al Taller de Conservación de Escultura Policromada de la coordinadora Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (Cncpc) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La escultura de san Santiago presentaba fisuras, deformaciones y compresión del volumen; mientras que el caballo estaba totalmente fragmentado. Las medidas aproximadas del jinete, antes del sismo, eran 262 centímetros por 170 centímetros por 54 centímetros, mientras que del caballo 293 centímetros por 293 por 94 centímetros.
Avanzan pagos por reconstrucción de sitios
Villarruel Vázquez reconoció que existen adeudos con firmas afiliadas a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) por trabajos de reconstrucción; sin embargo, destacó que avanza el proceso para completar los pagos.
“El objetivo es pagar lo más rápido posible. Hemos estado trabajando muy de la mano con la CMIC, con sus agremiados en una relación estrecha comunicativa (...) Se han realizado talleres para acceder al pago de los adeudos. Estos talleres han permitido contar con contacto cercano y se puedan atender dudas”, apuntó.
Señaló que, en general, el sismo dejó diferentes enseñanzas y aprendizajes, los cuales se deben traducir en acciones para estar mejor preparados ante fenómenos naturales.
Colabora la Arquidiócesis de Puebla en trabajos
Francisco Vázquez Ramírez, rector de la Catedral de Puebla y quien mantiene seguimiento al proceso de reconstrucción de templos, explicó que la Arquidiócesis colabora con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tras los sismos de 2017.
“Nosotros hemos respetado los lineamientos que se establecieron tras los sismos. El INAH evaluó los daños. El instituto es el encargado de la contratación de las empresas que intervienen los inmuebles”, comentó Vázquez Ramírez.
mpl