Si no llueve, en un año podría colapsar el Sistema Cutzamala: investigador

En municipios como Ecatepec una persona consume 18 litros de agua a la semana, es decir, le alcanza para un baño o jalarle una o dos veces al escusado.

El Sistema Cutzamala inició su construcción en 1974 y llevas más de 40 años guardando el agua.
Toluca /

Anualmente la Ciudad de México y el Valle de México reciben del Sistema Cutzamala 480 hectómetros de agua, es decir, 480 millones de metros cúbicos o bien el equivalente a 40 o 50 veces el Estadio Azteca. Sin embargo, existen muchos contrastes entre una zona y otra, ya que en municipios como Ecatepec una persona consume 18 litros de agua a la semana, es decir, le alcanza para un baño o jalarle una o dos veces al escusado, mientras que en Chapultepec el consumo es de más de 500 litros al día por persona.

De acuerdo con José Antonio Benjamín Ordóñez Díaz, profesor investigador de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey, de no llover en los próximos meses y de mantenerse el nivel de las presas mexiquenses en 40 por ciento, el Sistema Cutzamala podría colapsar en un año.

Al hablar de “Consecuencias de la sequía en el Valle de México: situación hídrica a corto mediano y largo plazo”, recordó que el Sistema Cutzamala inició su construcción en 1974 y llevas más de 40 años guardando el agua, sin embargo, el crecimiento atípico de la población y no planificado en la zona del Valle de México, así como el corredor industrial y las actividades agrícolas han aumentado la demanda en el consumo del agua.

Necesitamos restaurar montañas, bosques y tecnificar todas las áreas agrícolas. (Cortesía)
“La reserva de 40 por ciento en las presas alcanzará para un año o año y medio a lo mucho, por la sobresaturación de sedimentos del aporte en los cuerpos de agua. Necesitamos restaurar montañas, bosques y tecnificar todas las áreas agrícolas que tienen un efecto directo en la recargar del acuífero del Sistema Cutzamala, entre más tardemos, más rápido nos acabaremos el recuso”.

Los más importante en estos momentos -dijo- es reciclar toda el agua que sale del drenaje, purificarla y reinsertarla en el sistema, una vez que hagamos eso, tendremos dos o tres años de margen, sobre todo, porque del Sistema Cutzamala 67 por ciento del agua es para uso urbano, 4 por ciento para uso industrial y 23 por ciento de uso agrícola.

Una alternativa para poner remedio a esta situación –añadió- es contratar especialistas y dar espacios a los jóvenes en materia hidráulica, ingeniería y ecología para integrarlos en un trabajo coordinador y garantizando su seguridad, especialmente, en las zonas de conflicto para auditar a las instituciones que ofrecen el servicio de agua; así como a quienes tienen experiencia, principalmente en la restauración, “es momento no de competir sino de complementar”.

Probabilidades...

Ordóñez Díaz refirió que en México 97.4 por ciento del agua es salada, la cual no se puede beber, 2.57 por ciento está congelada y subterránea, y solo 0.14 por ciento es dulce superficial, y si no cuidamos ese balance la reserva que hay se perderá.

Además de que las fuentes de contaminación del agua, desde el origen, es decir, de la evaporación hasta la casa, es palpable. “Tan solo la lluvia de la Ciudad de México cae con registro de metales pesados, restos de partículas fecales, concreto, plomo, litio, cadmio, entre otros componentes, por ello, aunque se recicle ya no es potable”.

A la fecha la Zona Metropolitana del Valle de México registra con 21.7 millones de habitantes, de los cuales 8.6 están en la Ciudad de México, 9.2 están en los municipios conurbados del Valle de México y el resto en los estados de Hidalgo, Tlaxcala y Puebla.

“El Valle de México originalmente tenía lagos, los cuales se vaciaron para promover el desarrollo urbano". (Especial)
El Valle de México originalmente tenía lagos, los cuales se vaciaron para promover el desarrollo urbano sin tomar en cuenta el funcionamiento y el balance con el sistema, por ello esta zona es muy vulnerable por la dinámica del suelo y al retirarles el agua se vuelven inestables”.

Por la pandemia y el confinamiento -finalizó- en las viviendas promedio el consumo de agua aumentó 10 por ciento, pero en las zonas residenciales subió 25 por ciento, sin embargo, en las grandes instituciones educativas, que minimizaron la presencia de sus estudiantes, bajó 35 por ciento. “Hay un consumo diferencial asociado a la cantidad de ingresos que tiene la familia, el orden en que hacen las cosas y la disponibilidad”.

KVS

  • Alondra Ávila
  • alondra.avila@milenio.com
  • Comunicologa por el CUSXXI y con 16 años de experiencia en medios de comunicación. Desde 2012 colabora en Milenio Estado de México en la sección de Negocios. Ganadora del 9o Premio al Periodismo sobre Innovación Científica y Tecnológica en 2018.

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