La tanatología me ayuda a conectar con la realidad: Soledad Herrera Flores

Edición Fin de Semana

La aficionada de la natación y la lectura se dice lista para enfrentar los retos y adversidades que la vida le tenga por delante.

Soledad Herrera Flores | Melanie Torres
Carlos Morales
Puebla /

Es médico de profesión y ha enfocado sus estudios en tanatología y nutrición, pero también es creyente de lo espiritual, ángeles y chacras. No descarta la idea de convertirse en mamá y le gustaría seguir viajando por el mundo. Su lugar favorito en el mundo es Roma, Italia, pero recuerda con una sonrisa su paso por Francia, Alemania, Inglaterra, Austria y Gales.

Aficionada de la natación y la lectura, Soledad Herrera Flores se dice lista para enfrentar los retos y adversidades que la vida le tenga por delante, tal y como lo hizo hace algunos años cuando le detectaron un tumor en la rodilla, situación de la que se pudo reponer.


¿Por qué dedicarse a la tanatología?

“Es algo necesario porque desde que naces, toda tu vida vas a enfrentar pérdidas y cuando hablamos de ello siempre pensamos en la muerte. Existen muchos tipos de pérdidas: la de una pareja, una casa, una mascota. Me gusta mi profesión porque cuando voy a ver a algún paciente me ayuda a conectar con la realidad y a estar agradecida por lo que tengo presente”.

¿En qué momento de tu vida decides dedicarte a la tanatología?

“Me ha tocado tener muchas pérdidas, me tocó ver a mi abuelito muerto cuando era chiquita, lo toqué y vi todo. A partir de ahí sentí que es algo necesario, que todos debemos de vivir y comencé a introducirme poco a poco en el tema”.

¿A qué te dedicarías si no fueras tanatóloga?

“Híjole, es algo que no podría decirte porque en general la medicina me gusta mucho y desde pequeña siempre fue parte de mis objetivos de vida, yo creo que si no hubiera estudiado eso estaría frustrada. Eso es algo que me llena, me apasiona, no me imagino mi vida sin no haber estudiado la carrera que me gusta”.


¿Qué haces en tus tiempos libres?

“Me gusta nadar, practico natación y me gusta leer. Ahorita estoy con un tema diferente, me gustan los libros de datos criminales y asesinos en serie, me entretiene eso de conocer la mente de los criminales”.

¿De dónde surge tu gusto por la criminología y la criminalística?

“Siempre me llamó la atención, yo desde niña le decía a mi mamá que me llevara al Panteón Municipal a ver a los muertos (sonríe), obviamente como era muy chica no me dejaban entrar. Hubo un tiempo en que quería dedicarme a la medicina forense, pero después ya no”.

¿Qué te divierte?

“Me gusta salir con mis amigas, tomar margaritas, salir y platicar con ellas me gusta mucho porque lo hacemos de varios temas. Así como me gusta conocer sobre asesinos seriales también me atrae lo espiritual, eso que estuvo muy de moda como el despertar la conciencia, ángeles, chacras. Tengo mi lado amable y mi lado oscuro (bromea)”.

¿Cómo consideras que un día fue bueno?

“En mi caso pasa cuando me divierto, cuando me fue bien en consulta o veo a mi familia. Paso tiempo con mi perrito (Chavito) porque tiene poquito tiempo que me casé y no me lo pude traer, verlo me hace feliz, salir a caminar con él. Lo adopté hace tres años y es débil visual. Su dueño ya no lo quiso y lo fue a dejar a la veterinaria y estuvo ahí como tres meses, vi su foto y después lo adopté. Es muy apegado a mí, todo el tiempo me sigue, me busca, dormíamos juntos, es muy tranquilo y muy cariñoso”.


¿Sólo te gustan los animales como Chavito?

“Soy coleccionista de jirafas, me gustan mucho, aunque también me gustan los mapaches. Las jirafas me parecen elegantes por cómo caminan, su cuello muy largo, son muy estéticas y bonitas. Los mapaches se me hacen muy chistosos”.

¿Qué no te agrada de la gente?

“Las mentiras. Me gusta ser muy franca y a veces digo las cosas tal cual lo pienso y a veces está mal, porque no todo mundo lo entiende o puede ser muy cruel para algunas personas. Que me mientan y me involucren en las mentiras es algo que me molesta mucho”.

¿Quedan sueños o metas pendientes?

“Tiene poquito que me casé y me gustaría ser mamá, aunque tampoco es obsesión. Algo en lo que he pensado es en el tumor de rodilla y que me destruyó el hueso, por lo que me hicieron injerto. Trato de cuidarme para en un futuro estar sana porque no me gustaría llegar a la tercera edad en malas condiciones (ríe). Me gustaría crecer más profesionalmente y más de manera personal, fortalecer más mi matrimonio, ser feliz y tener salud porque si no hay salud no hay nada”.

AFM

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