"Realmente es bendecido el hombre que escucha muchas voces que lo llaman papá, felicidades a nuestros héroes", dijo Emmanuel, jefe de guardia y paramédico de la Cruz Roja Mexicana.
Como padre al igual que muchos otros, los socorristas se enfrentan a diversos riesgos como el covid- 19 y en la atención de accidentes, viven el temor de no regresar a su casa para ver a sus hijos y esposa, sin embargo el altruismo y ayudar a quien más lo necesita es un aliciente diario.
Emmanuel Rocha, desde hace 22 años es paramédico de la Cruz Roja Mexicana zona sur de Tamaulipas, es papá de dos hijos, quienes han decidido seguir su ejemplo, pues se han sumado a la corporación de auxilio.
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"Esta labor que hacemos es de todos los días y aunque uno se quite el uniforme, sabemos que somos de Cruz Roja y siempre y así será siempre, desde que ingresé a esta institución me ha tocado vivir de todo, antes no era papá y ahora que lo soy tengo triple responsabilidad", indicó.
Los socorristas han atendido todo tipo de accidentes y como papá se han puesto "en los zapatos" de los padres lesionados, así también han vivido eventos impactantes cuando se ven involucrados los niños y bebés que sin duda tienen un trato especial.
"Todo esto, provoca sentimientos como padres de que ojalá no nos veamos involucrados en algo similar y esperan llegan a sus casas, siempre con la esperanza de llegar bien con la familia".
Sus hijos llegaron la benemérita institución, ya que como su padre, quieren ayudar al prójimo, sin forzarlos y por voluntad propia, decidieron ingresar uno al curso de Técnico en Urgencias Médicas y el menor es parte del Área de Juventud.
Fernando Duque, desde el 2015 es paramédico operador de ambulancia y papá héroe de una niña y un niño, ya que en ocasiones lo visitan al trabajo, para verlo uniformado y conocer las instalaciones de la benemérita.
Precisamente como padre de familia, en tiempos de pandemia le preocupaba contagiarse y afectar a sus hijos.
En tiempos de covid-19 le daba miedo acudir a la guardia por temor de contagiar a su familia, al final terminó siendo de los que más servicios relacionados con el virus cubrió, no desistió por su labor altruista, ayudar es un trabajo satisfactorio.
"Siendo del equipo de ambulancia tenemos la responsabilidad de llegar rápido y atender al lesionado y trasladarlo a urgencias médicas para ello se activan las alarmas, luces y sirenas para que en el trayecto los automovilistas den el paso libre, aunque en ocasiones no hay conciencia ni cultura", refirió.
Cómo padre de una niña y un niño, se alegra de que sus hijos lo reciban en casa, en ocasiones los ha encontrado en el camino, lo que lo motiva a seguir luchando cada día dando auxilio a las personas que se ven involucradas en alguna situación de riesgo.
SJHN