Todo estaba técnicamente perdido, la pandemia y las medidas sanitarias que se tomaron para la nueva normalidad, tenían a la icónica taquería Taco Inn al borde de la quiebra.
Don Salvador Cervantes Nieto, dueño del lugar desde hace 51 años, ya estaba resignado a cerrar las puertas del negocio y por eso fue sincero con sus empleados.
"Las ventas, en cuanto empezó el primer semáforo rojo, bajaron 85 por ciento. Todos los días perdíamos dinero y eran muy pocas las ventas. Tuve que liquidar a varios y las ventas, aun así, seguían para abajo. De repente -gracias a Dios- pusieron el letrerito que causó sensación y comenzaron a mandar mensajes.
Todo cambió en un mensaje que se hizo viral en redes sociales: “Uno de mis meseros, consentido de los clientes, habló con uno de ellos y le contó que me habían pedido un mes más para que saliera esto adelante. (El mensaje) fue una reacción positiva con la clientela", declaró a MILENIO el dueño del restaurante ubicado en Avenida Revolución en la colonia Guadalupe Inn, en la Ciudad de México.
El post que cambió el destino de su negocio decía: “Taco Inn solicita clientes con o sin experiencia”.
"Ese letrero causó mucha risa, mucha sensación y como el Taco Inn tiene más de 51 años, tengo clientes de toda la vida de todos los tipos, sabores y medidas y se empezaron a preocupar porque cerraríamos y mandaron mensajes a muchos lados para que Taco Inn saliera adelante. Al otro día que se publicó el mensaje había unas colas tremendas para pedidos para llevar y las mesas que tenemos allá afuera todas estaban llenas y había gente esperando", abundó Don Salvador.
Los clientes más queridos fueron los que se dieron cuenta que las cosas iban mal, ya sólo tenían un mesero y era poco lo que se vendía.
"El otro día me llegó una publicación a mí WhatsApp para que apoyáramos a Taco Inn porque iba a cerrar y se me hizo buena onda venir aquí a comer para apoyarlos. Esta gacho que un lugar como esté al que yo llevo viniendo casi 30 años vaya a cerrar por este tipo de cosas", declaró Mauricio Díaz, uno de los tantos comensales que aguardaron su turno.
Sin embargo, Don Salvador Cervantes aún no es muy optimista pues no está seguro cuánto va a durar la respuesta de los clientes y sobre todo las limitaciones sanitarias que ahora imperan, por lo que solicitó al gobierno se los apoye para poder subsistir.
ledz