El Día de La Candelaria conlleva tradiciones que se han arraigado en los pueblos de la entidad; una de las más populares quizá sea la congregación de las familias para disfrutar del consumo de tamales, pero a su vez, esto representa diversos movimientos económicos para los campesinos y cocineros.
En Puebla, en la comunidad de San Francisco Cuautlancingo, los pobladores aprovechan esta "temporada de tamales" para favorecer su economía a través de la producción del totomoxtle u hojas del maíz.
Para conocer a fondo la importancia de la producción del totomoxtle, MILENIO Puebla visitó esta localidad ubicada en Chalchicomula de Sesma. Allí, diversas familias encontraron en la hoja del maíz una oportunidad para obtener un sustento económico diferente a la venta de la propia mazorca, pero que al igual que su producto principal, proviene de su trabajo en el campo al que le dedican meses de ardua labor.
Por motivo de la gran fiesta en honor a la Virgen de La Candelaria, José Julio Martínez Valencia señaló que la temporada de cosecha en el campo no fue del todo buena, pues al inicio de este año apenas pudo obtener una tonelada y media de maíz. En cuestión económica, esto representa entre 15 y 20 mil pesos, según el precio del mercado y su valor sería similar al costo de inversión en semillas, fertilizantes, trabajo y traslado del producto, por lo que además del maíz que resguarda para consumir a lo largo del año, la cosecha "salió tablas".
Ante panoramas similares en los últimos años, donde de acuerdo con los campesinos de la región sus cosechas han disminuido hasta 70 por ciento, este sector se vio obligado a buscar distintas alternativas de trabajo para generar una base económica eficiente que les permitan mantenerse en el mercado.
Por lo anterior, familias como la de José Julio Martínez se apoyan durante los últimos seis años de la producción del totomoxtle, elemento que se utiliza para cubrir los tradicionales tamales en Puebla y cuya demanda incrementa al inicio de cada año.
Cada rollo de hoja de maíz posee 100 piezas de totomoxtle, mismo que se vende entre los 65 y 80 pesos de manera directa. Cabe señalar que además de la venta de este producto, los campesinos de San Francisco Cuautlancingo buscan eliminar "el coyotaje", pues los intermediarios pagan un precio menor a los agricultores y tienen más beneficios en la venta final del producto. Ante esta situación, los productores piden a las autoridades mayores espacios y difusión para comerciar, así como préstamos al campo, subsidios y apoyos para defender su labor y economía de todas las formas posibles.
Un ejemplo claro de la lucha que realizan los campesinos se vive este Día de La Candelaria, pues los agricultores acuden al templo local con su Niño Dios, sus semillas y mazorcas para recibir la bendición del párroco y pedir la intersección divina en la agricultura, en espera de mejores tiempos para quienes realizan su aportación a la gastronomía local a través del trabajo de totomoxtle.
AAC