Se calcula que un 35% de las mujeres tamaulipecas de 15 años y más vivieron violencia en su infancia, sufriendo en su mayoría agresiones físicas que les dejaron secuelas emocionales en su etapa adulta.
La Encuesta Nacional de la Dinámica de Relaciones en los Hogares (Endireh) estima que 27.2% tuvieron violencia física, 14.3% psicológica y 12.2% agresiones de tipo sexual, principalmente, pero también hubo maltrato de tipo económico, patrimonial, en servicios médicos y educativos, entre otros.
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Considerando todos los tipos de violencia, el promedio que registra Tamaulipas es del 35%, aclarándose que muchas de esas mujeres en su niñez pudieron haber enfrentado más de una clasificación a la vez.
Además, la encuesta del Inegi apunta que el 19.8% de las féminas que experimentaron algún tipo de violencia sexual en la infancia, el (la) tío(a) fue la principal persona agresora.
Si se compara con la anterior edición de la Endireh en 2016, se observa que entonces 28.1% de las mujeres enfrentaron violencia física cuando eran niñas y ahora es el 27.2%, lo que marca un decremento.
Sin embargo, la violencia psicológica es la que ha ido a la alza, pues se pasó de 12.7% a 14.3%, mientras la sexual era de 10% y ahora es de 12.2%, según la información de la Endireh.
La encuesta también estima que en el estado, 7.9% de la población de mujeres de 15 años y más ha vivido situaciones de violencia por parte de su familia en los últimos 12 meses y el 20% señaló como principal agresor a su hermano o hermana.
Por otra parte, 9.2% de las mujeres de 15 años y más, separadas, divorciadas o viudas consideraron que los problemas en la relación de pareja aumentaron durante el periodo de confinamiento por covid-19.
De acuerdo con la ONU, la violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones más generalizadas de los derechos humanos en el mundo. Se producen muchos casos cada día en todos los rincones del planeta.
Este tipo de violencia tiene graves consecuencias físicas, económicas y psicológicas sobre las mujeres y las niñas, tanto a corto como a largo plazo, al impedirles participar plenamente y en igualdad en la sociedad.
La magnitud de este impacto, tanto en la vida de las personas y familias como de la sociedad en su conjunto, es inmensa.
CGCH