La población sabe que el domingo es de barbacoa, se volvió tradicional. Las carnicerías que ofrecen este manjar siguen deleitando el paladar de la ciudadanía y no le importa hacer fila desde muy temprana hora para ser de los afortunados en poder degustarla. Nace durante la época prehispánica en Tlaxcala, Hidalgo.
Cuenta la historia que los antepasados no tenían reses o borregos, pero hacían barbacoa de armadillo, guajolote e iguana, sin embargo, con la llegada de los españoles, todo se transformó.
Existen dos principales teorías sobre el origen de la barbacoa: la primera que proviene del maya Baalbak’Kaab, que significa carne tapada con tierra y la segunda que se origina del taíno caribeño Barabicu, carne cocinada sobre andamios de madera.
La barbacoa es un sistema de cocción por calor indirecto inventado por las culturas prehispánicas. Desde esos tiempos a los nuestros, esta comida no solo es la antesala familiar, también de las grandes fiestas, ya sea bodas o quinceañeras, siendo casi una perfección en el paladar.
Este alimento es rico en nutrientes, destaca la nutrióloga Karla Vázquez Lomelí, quien expone que la barbacoa significa “cocinar la carne en su propio jugo” y que es por eso que hoy en día hay una gran variedad de “barbacoa” de pollo, res, cerdo o borrego.
Típico de nuestro México, asegura que si la consumimos en las porciones adecuadas podemos considerarlo un alimento saludable.
La barbacoa de borrego nos aporta muchos nutrientes, considerando una porción de 100 gramos, obtenemos 230 kilocalorías (kcal); 17.6 gramos de proteína, 16.6 gramos de grasa y 1.05 gramos de carbohidratos. En 100 gramos de barbacoa de res obtenemos 190 kcal, 19 gramos de proteína, 13 gramos de grasa y 1 gramo de carbohidratos, indica la especialista.
Es de destacar que uno de los puntos que marca la Norma Oficial Mexicana 043, es incluir todos los grupos de alimentos en un platillo y este lo tiene.
La nutrióloga afirma que de esta comida se obtienen minerales, como el hierro que es importante para transportar oxígeno a los pulmones, y crear hormonas y tejidos; una deficiencia de este mineral provoca anemia. Asimismo, aporta zinc que es fundamental para que el sistema inmune funcione apropiadamente, sumado a que ayuda en la cicatrización de heridas y el metabolismo de carbohidratos.
Por otro lado, también contiene vitamina B, que contribuye a obtener mayor energía, formar glóbulos rojos y mantener sanas las neuronas.
“La recomendación para poder consumirla sin cruzar la línea de lo saludable es hacerlo moderadamente, pedir una sola tortilla y que se caliente a vapor o solo en el comal sin agregarle aceite, añadir verdura y de ser posible algunos vegetales extras como nopal asado, ensalada de repollo y zanahoria, pepino, pico de gallo y evitar el consumo de refresco”