Las mujeres usan las paredes del kiosco de la plaza de Armas para denunciar a quienes las han agredido, acosado y hasta abusado sexualmente, lo cual llama la atención de las personas que caminan por la calle.
Desde la mujer que señala al acosador en el transporte público, al familiar que se sobrepasó de ella o hasta el médico del hospital público, son parte de los casos expuestos en dicho muro, el cual responde a iniciativa de un grupo de activistas.
Los ciudadanos no son ajenos a estas llamadas de auxilio que demuestran que el acoso, la violencia y el abuso hacia las mujeres, por lo cual se detienen a leer cada uno de los reportes.
JACM