Los comerciantes de Tampico aseguran que el embate de los aumentos no termina. El aguacate, que se utiliza para las tortas de la barda, está a 60 pesos el kilo, cuando durante la época más dura de la pandemia estaba a 25 o 30 pesos el kilo.
Aseguran los comerciantes del rubro gastronómico que todo se juntó, desde el aumento del agua, la carne, el pollo, el huevo, la tortilla y ahora el aguacate, uno de los alimentos más característicos de la zona sur.
“El aguacate está muy caro, está en 60 pesos el kilo y así tenemos que comprarlo porque no hay más; sin embargo, esto no será motivo para que incrementemos el precio, porque nos vamos a quedar sin clientes”, aseguró la comerciante Magda.
En este momento no se pueden aumentar los precios porque la tortilla ya subió, entonces si encarecen los platillos, van a bajar las ventas y después del impacto económico de la crisis por el covid-19, tienen que mantenerse.
No solo el aguacate subió...
El precio de chile también subió, estaba a 8 pesos el kilo y ahorita está a 20 pesos por kilo, lo cual representa un golpe contundente para las personas que se dedican a los alimentos, ya que el cien por ciento de los platillos llevan picante.
Han sido meses complejos para el sector gastronómico, confirmó Reyes González del Ángel, presidente de la Asociación de Restauranteros y Alimentos Condimentados, porque no se han podido recuperar de la pandemia.
Primero fue el cierre de los establecimientos comerciales y la venta a domicilio, lo cual sí impactó de forma negativa a los negocios enfocados a la venta y distribución de alimentos en la zona sur de la entidad.
Luego de la apertura, de forma escalonada se han registrado aumentos que tienen que ver con factores económicos en algunos de los casos, pero sobre todo por fenómenos meteorológicos como la sequía.
En Tamaulipas, por ejemplo, el estiaje ha generado aumentos en el precio del kilo de carne de res que puede alcanzar hasta los 200 pesos por kilo, al igual que el pollo.