Tampico en riesgo de inundaciones más severas por cambio climático

Ocho Columnas

Esto a 5 años de las lluvias que dejaron en media hora inundada la avenida Hidalgo e incomunicaron Tampico; especialistas advierten que con el paso de los años los problemas volverán a ocurrir pero con mayor intensidad.

Cerca de 70 mil personas resultaron damnificadas en Tampico, Madero y Altamira.
Cristina Gómez
Tampico /

El 3 de noviembre se cumplen cinco años de aquellas lluvias atípicas que en media hora inundaron la avenida Hidalgo e incomunicaron Tampico desde esa vialidad que es su columna vertebral. Los especialistas advierten que esto puede volver a ocurrir en cualquier momento debido a los drásticos fenómenos naturales causados por el cambio climático.

En esa ocasión, fue necesario echar mano del Plan DNIII de auxilio a la población civil en casos de desastre. Cerca de 70 mil personas resultaron damnificadas por el evento meteorológico en Tampico, Madero y Altamira, aunque la ciudad petrolera fue la más perjudicada, luego de aproximadamente tres horas de precipitaciones pluviales.


La zona se quedó sin transporte público y las escuelas suspendieron sus clases. Miles faltaron a su trabajo y la cosecha de soya en Altamira se dañó debido al exceso de humedad.

Viviendas bajo el agua, árboles caídos, vehículos varados y desbordamiento de lagunas, eran parte del panorama ese día y el cual nadie está exento de volverlo a vivir, porque aunado al cambio climático está la infraestructura pluvial detenida por falta de presupuesto.

“No solo puede volver a suceder, sino además aumentar de intensidad y frecuencia, debido a que nadie ha hecho nada al respecto, es decir las autoridades responsables”, señaló el presidente de la Asociación Mediadora para el Bienestar Inteligente y Ecológico (Ambientam).


Miguel Verástegui Cavazos expuso que si bien son fenómenos naturales, su origen es el cambio climático, “tema que los gobiernos no están tomando en serio”.

“No hay análisis de escorrentías tan necesarios para saber qué pasará cada que llueve, en cuanto tiempo se podrán desalojar las aguas y hacia dónde irán, es decir, estudios hídricos de las tres ciudades”.

Manifestó que como no se castiga a las autoridades responsables, no pasa nada; en muchas leyes correspondientes a este tema no está contemplado el delito de omisión ambiental.


Precisó que a nivel estatal existe una Ley de Cambio Climático de Tamaulipas, que indica muchas responsabilidades. De entrada se debe tener pleno conocimiento de la política estatal en materia de cambio climático.

“Se deben implementar acciones de adaptación y mitigación al cambio climático; tener ya definida y difundida la estrategia ambiental en este tema, expedir y conducir el programa respectivo”.

Además, gestionar recursos para apoyar e implementar acciones; celebrar convenios de coordinación con la Federación y municipios para la implementación de acciones de mitigación y adaptación al cambio climático en los ámbitos estatal, regional y local.


De igual manera, promover la participación corresponsable de la sociedad en la instrumentación de medidas para mitigar la emisión de gases de efecto invernadero y de adaptación al cambio climático.

“Proponer, promover y publicar el Atlas Estatal de Riesgo por Cambio Climático, en coordinación con las autoridades municipales, conforme a los criterios emitidos por la Federación y por último, fomentar la participación social”.

Verástegui Cavazos refirió que no hay al menos difusión de que se haya hecho algo de lo mencionado como obligatorio, en cambio se tienen acciones que contribuyen a acelerar el cambio climático.



Por ejemplo, citó, las empresas de la zona, tanto de la iniciativa privada como del gobierno federal no han aplicado ninguna medida para mitigar la contaminación de las emanaciones tóxicas que además de producir gases tóxicos, generan efecto invernadero (metano, óxido nitroso, ozono, vapor de agua y bióxido de carbono).

También se carece de estudios de áreas verdes para saber cuantos servicios ambientales de nuestra flora (árboles de sombra) se están dando.

“Es decir, ni siquiera hay quien mida el oxígeno que producen para la ciudad”.


Miguel Verástegui lamenta que no haya ni con qué medir la contaminación atmosférica y menos un centro de evaluación y control del aire contaminado.

“Por lo tanto, no sabemos qué respiramos y si ha habido alguna contingencia ambiental”.

El ambientalista pide a los actuales diputados locales no eludir en su agenda los temas torales como el cambio climático, así como toda la problemática que se deriva del agua, contaminación del aire y manejo de residuos sólidos urbanos, problemas que sus antecesores no voltearon a ver y que ahora pueden causar severos problemas.


​SJHN

LAS MÁS VISTAS