Vincent Café; una fusión entre arte y hospitalidad comunitaria

Pelirrojo, pecoso, temperamental y talentoso; palabras que han definido al pintor Vincent Van Gogh al pasar de las décadas. Pero hoy, año 2024, Antonio encontró la inspiración en el autor de obras como La Noche Estrellada y Almendro en Flor. Conmovido, hasta las lágrimas, transformando un espacio en blanco en una cafetería donde el arte es el pan de cada día.

Originario de Torreón Coahuila, arquitecto por profesión, artista por vocación, José Antonio de 27 años de edad, vio en La Laguna  una oportunidad cuando comenzó a impartir talleres de arte y pintura en diferentes cafeterías regionales; un interés colectivo por acercarse a un giro desconocido que les permitía expresar su sensibilidad.

Fue ahí donde nació la idea de tener un espacio propio, una cafetería, pero fue Vincent, sus colores y texturas lo que dio lugar al concepto: Un espacio artístico donde los comensales puedan pasar el día rodeados de sus múltiples tonalidades de azul, además de disfrutar de eventos culturales, talleres de pintura, proyecciones y exposiciones.

“Yo diseñé el lugar. Me tardé casi 3 meses, casi todo el tiempo estuvo solo, todo, desde la pintura, el enjarre, todo hecho por mi, si hubo apoyo de muchas personas, familiares, pero prácticamente yo fui el que estuvo aquí. Al primer mes fue definir sobre qué iba a ser, ya tenía la idea de la cafetería pero no la proyectaba. Me puse a investigar muchas cosas, fue un mes de investigación, ya el segundo mes fue renovación del local y el último fue de decoración y pinturas y menú”.

Innovación y pasión; su fuente de inspiración

El joven lagunero expresó el determinante aspecto que lo motivó a crear Vincent Café; las adversidades de forjaron a Van Gogh y la lucha interna que pasó en vida, llevándolo a ser reconocido después de su muerte, resultó en una fuente de inspiración para José Antonio, que encontró un refugio en el arte, al igual que el pintor holandés.

“Cuando investigué su historia conocí más el hecho de que cuando estaba vivo no tuvo tanto éxito ni reconocimiento, no era muy famoso, ya hasta que perdió la vida; también la forma en que quiso innovar, pero en ese tiempo no lo consideraban talentoso, es una de mis mayores inspiraciones. Él no fue reconocido en vida por su arte y ni por tratar de innovar, pero cuando falleció pudieron verlo” .

Por otro lado, Antonio comparte que la vulnerabilidad que el pintor expresó a través de los autorretratos lo llevó a crear un espacio donde, el día de hoy, reposan más de diez de estas imágenes que reflejan el obstinado y aguerrido espíritu artístico del Vincent, quien aferró a su arte como medio de supervivencia, pese a las adversidades de salud que atravesó a lo largo de su vida y que, una vez que aparecieron, jamás lo abandonaron.

“Otra de las cosas que me llamó mucho la atención fue el deterioro en sus autorretratos. Una vez un maestro me dijo que los autorretratos, cuando los haces, si a ti no te gusta, por más que te parezcas, no está bien hecho. Vincent en todos sus autorretratos va cambiando su perspectiva, más que nada por la enfermedad que tenía. Empezó con sus pinturas muy bien y luego ya iba metiendo colores y distorsionando un poco más las cosas. Toda su historia fue muy inspiracional”.

El lagunero comparte también lo personal que fue llevar a cabo este proyecto, un ‘lienzo en blanco’ del cual él se encargó para darle la personalidad que tiene hoy en día, todo con sus propias manos.

“Cuando empecé todo esto estaba en blanco, fue como mi tesis de arquitectura. Ya había hecho mis planos, pero no era lo que es hoy; cambió mucho, fui metiendo diferentes ideas al último. Lo planeé, pero me gustó más cómo quedó, me gusta más ahorita”.

Comunidad e innovación: Arte en La Laguna

Pasión, comunidad e innovación son las palabras que usa el artista y propietario para describir la escena lagunera y su proyecto. Expresa su sorpresa y gratitud hacia los comensales que han confiado en su café, reconociendo que fue una sorpresa el recibimiento de Vincent.

“La verdad yo sentía que sí iba a llamar la atención, pero cuando lo compartí en redes fue para mis amigos y todos lo empezaron a compartir. Fue cuando empezó a hacer ruido y me empezó a dar miedo. Sentía la responsabilidad de hacerlo mejor de lo que tenía planeado y seguir mejorando”.

Reconoce el reto que supone mantener vigente un espacio de arte en Torreón, sin embargo, también comparte la sorpresa que fue para él, al regresar de un periodo en Querétaro, encontrarse con muchas personas interesadas en el tema.

“Me sorprendió mucho. Consideraba que casi no había arte, pero he conocido a muchas personas que saben mucho, gente a la que le apasiona la pintura. Yo sabía qué había, pero no sabía qué tanto”.

Por otro lado, invitó a los laguneros a hacerse presentes en la escena artística, pues considera que la región cuenta con vasto talento que debe ser impulsado y mostrado con confianza y determinación.

“Cada quien tiene su estilo. Una de las cosas que a mí me frustraba es que no encontraba mi estilo, hasta que pensé ‘lo que salga’. Ahí fue cuando lo encontré.
Se trata de no quedarse solo en la técnica. Sí, aprendes mucho, pero es justo eso, técnica; ya tú le metes lo tuyo, tu corazón, eso es lo que te resalta de los demás”.

José Antonio cerró invitando a los laguneros a seguir impulsando el movimiento artístico lagunero que llegó para quedarse, asegurando que “el apoyo viene de parte de la comunidad”.

Por otro lado, invita a la comunidad a visitar Vincent Café, ubicado en Av. Abasolo 139 Col. Centro, Torreón, Coahuila.

DAED