La implementación de la medida de traslado de las 100 millones de toneladas de residuos mineros de Pachuca y Mineral de la Reforma a la demarcación de Epazoyucan, afirmó el consejero estatal del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en Hidalgo, Francisco Patiño Cardona, sería un beneficio únicamente para los empresarios ya que para los habitantes de este municipio únicamente representa afectaciones en su salud.
Mediante una conferencia e investigaciones científicas que se han llevado a cabo en diferentes demarcaciones y con el apoyo de estudios realizados a estos "jales", exhortó Patiño Cardona, tanto al gobierno estatal como al federal a contemplar otras medidas para mitigar esta contaminación en la capital hidalguense y su zona metropolitana, pues como asesor científico y técnico de la asociación civil Bienestar de Epazoyucan, se generó un plan con diversas opciones para acabar con estos jales en Hidalgo.
Así también consideró qué hay dos opciones más que permitirían explotar zonas de cada demarcación para continuar con un desarrollo sostenible, pues estos jales se pueden regresar a su origen en los tiros de mina, socavones, además de las minas que ya no están en uso, "de ahí salieron y se pueden devolver añadiendo un cemento para consolidar los rellenos y así se puede mitigar estos problemas de medio ambiente y a la vez cimentar de mejor forma la cuidar".
Manifestó que estos jales se pueden utilizar para reforestar las áreas donde actualmente se encuentran, pues un tipo específico de árboles y pasto se puede sembrar en ellos para que no sólo se acabe con la contaminación de estos jales en ambos municipios del Centro de Hidalgo, sino que también se puedan crear áreas verdes que sean un pulmón natural para mitigar la contaminación del aire.
Sostuvo que no es recomendable que se trasladen los jales porque al hacerlo se generan nubes de polvo nocivo en la Bella Airosa, así como tampoco es viable depositarlo en Epazoyucan porque la presa de jales puede desbordarse y contaminar aún más como ya sucedió en dos sitios en el estado de Sonora y en Brasil.
Aunado a esto, aseveró, la cantidad de oro y plata que aún permanece en estos jales es mínima, por lo cual ni siquiera se debería contemplar su posible extracción debido a que los trabajos de extracción generarían más contaminación y no habría una fuerte recuperación de estos metales preciosos.