El Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM, organizó el conversatorio “Desafíos emocionales asociados a la pandemia” donde participó la especialista Gabriela Gómora Figueroa, jefa de sede y psicoterapeuta del programa Espacio de Orientación y Atención Psicológica (Espora).
En la charla se resaltó que el principal reto que se enfrenta en el ámbito social debido al confinamiento es porque somos seres sociables por naturaleza y necesitamos de los otros para satisfacer nuestras necesidades emocionales, físicas y sexuales.
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Sin embargo, unas de las herramientas clave que se han visto en las investigaciones es que mantener ciertas rutinas, establecer nuevas y tener hábitos saludables permitirían sobrellevarlas y superarlas.
Es importante tener claro que la pandemia significa un reto emocional que implica tolerar la tristeza, soledad, ansiedad, miedo, estrés, incertidumbre, confusión, frustración, impotencia, enojo e incluso hastío.
Gómora mencionó que existen escenarios inesperados como la pandemia que conducen a situaciones particulares que se vuelven desafíos, uno de ellos es la incertidumbre sobre los alcances económicos, sociales y humanos de este proceso, el cual demanda tolerancia a los cambios y duelos por pérdidas de espacios y de cercanía con las personas, pero también por el fallecimiento de algún ser querido.
Todas estas preocupaciones y limitantes de mantenerse en un mismo espacio 24 horas y en el llevar acabo nuestra vida diaria, también trae consigo problemas de convivencia con las que se comparte este espacio, agregándolo a lista de preocupaciones.
La especialista invitó a quedarse en casa, en medida de lo posible, y destacó que cuando se pueda regresar a los sitios de trabajo o escuela también será complicado adecuarse a la nueva rutina ya que implicará cambios y dificultades.
FS