Verónica revela que fue GOLPEADA tras encontrarse un iPhone y ser detenida por secuestro

La mujer reveló a MILENIO que encontró un iPhone y fue detenida por secuestro en Puebla; lo que le ha hecho exigir justicia pues se vulneraron sus derechos.

Verónica, mujer que encontró un iPhone y fue detenida por secuestro | Apolonia Amayo
Apolonia Amayo
Puebla /

Desde los separos de la Fiscalía Antisecuestros de la ciudad de Puebla, a donde fue trasladada y vigilada por un convoy de patrullas de la policía, Verónica oró y pidió a Dios que le hiciera justicia y que el joven que habían secuestrado, para que también apareciera con vida, pues no quería pasar 80 años en prisión por haber encontrado un teléfono y querer regresarlo a su dueño.

Verónica, la mujer de 49 años de edad que fue acusada de secuestro narró a MILENIO como inicio su calvario después de haber encontrado un teléfono de un hombre al que habían secuestrado.

Delito que le fue fincado y por el cual fue golpeada e incomunicada por varias horas sin que sus familiares supieran de su paradero.

Verónica encontró un iPhone y al devolverlo la detuvieron por secuestro

Todo inicio el viernes por la noche cuando ella acompañada por su esposo e hija acudieron a visitar a unos familiares, al salir de ese lugar y caminar por una calle con poca iluminación, encontró un teléfono tirado, se dio cuenta del dispositivo porque estaba sonando, lo levantó y se lo llevó con la intención de entregarlo a su dueño.

Al llegar a su domicilio, publicó en redes sociales que se había encontrado un teléfono iPhone y que lo entregaría a su dueño aportando información del mismo, lo dio a conocer porque no pretendía quedarse con el dispositivo.

“Nunca lo apague, sabía que era un iPhone y que lo podían rastrear, al estar en camino a mi casa recibí varias llamadas, entre estas el de una mujer que me dijo, Fredy, le respondí que no era Fredy, soy una persona que se encontró el teléfono y lo iba a devolver al dueño”.

Le insistían mucho que entregara y ella reiteró que lo entregaría al dueño, dice que recibió más llamadas de otras personas y en estas se dirigían como Fredy, ella les explicaba cómo lo encontró y que su intención era entregarlo al dueño.

El teléfono estaba desbloqueado, por lo que observaron que había un contacto que decía "llámale a mamá", así que procedieron a marcar a ese número.

"Le dije: señora me encontré el teléfono de su hijo, se lo voy a entregar, ahorita no se lo puedo dar porque voy a descansar, le di mi nombre y domicilio, la señora me respondió que no se lo diera a nadie, me dijo que me llamaría para que se lo entregara".

Alrededor de las 4:30 de la mañana del sábado 19 de octubre llegaron a su domicilio varias patrullas con elementos de la policía estatal, quienes tocaron a su puerta y le preguntaron que si había llamado al 911, les respondió que no y les proporcionó sus datos generales.

En el transcurso de la mañana observó que cerca de su domicilio había varias patrullas de la policía estatal, por lo que pensó que algo había pasado; incluso, una de sus vecinas le comentó que en el transcurso de la noche había escuchado detonaciones de arma de fuego.

Al llegar el mediodía del sábado, Verónica no recibió llamada alguna y ya llegaba la hora de irse a su trabajo en una lavandería a donde entraba a las tres de la tarde, por lo que optó por llevarse el teléfono por si llamaba la mamá del dueño y entregárselo.

Verónica dice que cuando llegó a su trabajo, le platicó a su jefa que se había encontrado un teléfono y a los pocos minutos observó que comenzaron a llegar patrullas.

La mujer se puso nerviosa porque cuando estaba en su domicilio observó la presencia de policías con armas largas y donde labora también, así que comenzó a preocuparse y a sospechar del teléfono; "tuve miedo" expresó en la entrevista.

De pronto un policía ingreso al local y dijo "busco un teléfono iPhone", se puso nerviosa y pensó en entregarlo, en eso los policías comenzaron a golpear y tiraron un zaguán, se asustó y le dijo al policía "yo me encontré un teléfono, es el que buscan", luego de eso, llevó al agente a donde estaba su bolso y por los nervios entregó su teléfono, mismo que se les quedó pero después entregó el otro y les explicó que lo había encontrado.

Verónica expresó que los policías no le creyeron y le dijeron que estaba vinculada porque era una secuestradora; a lo que ella se defendió argumentando que "si lo fuera no hubiera hablado con la mamá del muchacho, no le hubiera dado mi nombre”.

Sin hacer caso a su versión, en ese momento la esposaron y sacaron de su trabajo, “me trataron como un delincuente”.

Agentes golpearon a Verónica

Tras detenerla en su sitio de trabajo, dice que la llevaron a su casa mientras iba resguardada por un convoy de patrullas de la policía antisecuestros; ella les pidió que entraran para que se dieran cuenta que no tenía a nadie secuestrado, pero los agentes no entraron, y se limitaron a taparle la cara.

Al preguntar hacia dónde la llevaban, le respondieron con palabras altisonantes y las patrullas se dirigieron por un camino vecinal por San Marcos Necoxtla donde detuvieron las patrullas y dijeron, "vámonos más adelante, aquí hay mucho circo", continuaron circulando, se detuvieron le colocaron en la cabeza una bolsa de plástico.

Dos elementos de seguridad, entre ellos, una mujer, comenzaron a golpear a Verónica en diversas partes del rostro, le exigían que dijera donde tenía al secuestrado y quien eran sus cómplices, ella les dijo que no era secuestradora y pedía que revisaran los teléfonos para examinaran las conversaciones que tenía pero los agentes no lo hicieron.

Verónica con voz firme, abundó, que si la mamá del joven hubiera hablado y dicho todo lo que a ella le comentó, no estaría detenida. De ese lugar se la llevaron para Puebla y la dejaron en los separos; ahí estuvo toda la noche del sábado, mientras tanto sus familiares en Tehuacán no sabían de su paradero, pues buscaron en la lista de detenidos y no aparecía.

Fue el domingo 20 de octubre por la madrugada cuando la localizaron y por la tarde recibió la visita de su hermana quien le dijo que había mucha gente haciendo oración por ella, en redes sociales estaban pidiendo su libertad porque sabían que no es secuestradora.

La detención fue ilegal

Verónica afirma que fue privada de su libertad con muchas arbitrariedades, porque cuando la esposaron no le dijeron que estaba detenida, no le leyeron sus derechos, no le permitieron que hiciera una llamada y tampoco le asignaron un abogado.

Durante su estancia en ese lugar no le tomaron alguna declaración, no la presentaron ante un agente del ministerio público o juez para que rindiera alguna declaración, únicamente fue revisada por un médico legista.

Fue este lunes 21 de octubre alrededor de las tres de la tarde, cuando la sacaron de los separos donde ella se encontraba; preguntó a los policías a donde la llevarían y le respondieron que a Tehuacán, donde se iba a quedar, y Verónica imaginó que se trataba del Cereso y se negaba a creerlo, sin embargo al saber que hay muchas personas inocentes privadas de su libertad, temía que le ocurriera lo mismo.

Ella no había hecho nada malo y sabía que había muchas personas desde fuera apoyándola, entre ellas la Senadora Liz Sánchez, el gobernador electo Alejandro Armenta, entre otros que la conocen y saben que no es delincuente. Su defensa hizo lo necesario para aportar las pruebas que comprobaron que no era secuestradora.

"Soy inocente, me trataron como a un delincuente , afortunadamente ya estoy con mi familia", dijo que su libertad no está condicionada, contaba con un amparo por privación ilegal de la libertad y tortura, por el tiempo que estuvo incomunicada, se activó el protocolo de Estambul por lesiones y alcanzó su libertad.


CHM

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