Golpes, insultos, abuso, pobreza, rezago educativo, explotación laboral, falta de servicios básicos o abandono, forman parte de la realidad que enfrentan un sector de la población infantil en el estado de Puebla, experiencias adversas que afectan su desarrollo a lo largo de la vida.
De acuerdo con Érick Ramírez, coordinador de Fundación Juconi México, la violencia a una temprana edad, no sólo perjudica el desarrollo de niños, sino que los efectos van más allá y repercuten en diferentes etapas: en la adolescencia, en particular, en la forma en que se relacionan con otras personas; así como en la vida adulta.
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En entrevista para MULTIMEDIOS Puebla, el director de la organización civil dedicada a trabajar con menores víctimas de maltrato, expuso que a nivel nacional, se vive uno de los momentos más complicados por los niveles de violencia.
El experto resaltó la importancia de que todos los sectores de la sociedad colaboren para que se implementen acciones encaminadas a la sensibilización, así como a la protección de las infancias sin importar su lugar de nacimiento, raza o nivel socioeconómico.
Por su condición de vulnerabilidad, los menores están expuestos a padecer maltratos, ya sean físicos o emocionales por parte de los propios padres o madres, compañeros o conocidos, lo que puede repercutir desde la forma en que aprenden en la escuela hasta cómo van construyendo relaciones con otros niños y con su familia, apuntó el coordinador de Fundación Juconi México.
“Los mil primeros días de desarrollo, los tres primeros años son cruciales para la experiencia de las niñas y los niños, porque es cuando aprendemos las habilidades básicas para sobrevivir el resto de tu vida. Hay momentos históricos en el cerebro donde aprendemos muchas más cosas y el impacto de las experiencias modifica el tamaño y la funcionalidad del cerebro. Cuando son muy pequeños, las neurociencias comprueban que se daña una parte importante, y sin intervención las secuelas de violencia van afectando diferentes áreas del desarrollo”, expresó.
Algunas secuelas
Casos como el niño de dos años, que el pasado 16 de abril fue hallado al interior de una maleta, en la colonia La Loma y diagnosticado con signos de maltrato infantil; o la menor que en marzo pasado fue encontrada semienterrada en un predio de la colonia Bosques de Manzanilla en la capital poblana, son una muestra de la violencia a la que están expuestos los menores.
La falta de un sistema de protección hacia los niños, así como la poca sensibilidad hacia una crianza positiva y respetuosa, son factores que aumentan la posibilidad de violencia contra los menores, agregó el especialista.
Érick Ramírez, coordinador de Fundación Juconi México, destacó que el contexto en el que se desarrollan los menores es clave para su futuro y si se encuentra marcado por la violencia, las consecuencias pueden llegar a ser graves.
“La parte contextual es muy importante en el desarrollo de los niños. Trabajamos con las familias en sus propios hogares donde vemos que hay mucha vulneración, desde la falta de servicios básicos, lugares con poca limpieza y estos elementos impactan en los niños. Intentamos modificar el contexto de las familias para tener otras oportunidades desde cuidar la alimentación, escuela, derecho a la recreación”.
A propósito del Día del Niño, el especialista enfatizó en la importancia de que desde distintos sectores se trabaje en la adopción de medidas para prevenir situaciones de riesgo en las infancias, en tanto que la familia representa una pieza fundamental en el desarrollo.
“La experiencia nos indica que cuando no hay intervención hacia las personas que viven experiencias adversas tienden a tener alteraciones en su desarrollo. Es muy importante que, cuando los niños atraviesan por estas situaciones, haya adultos que apoyen su desarrollo y también la importancia de trabajar en comunidad porque cuando los niños son muy pequeñitos, las afectaciones son mayores, porque van creciendo y van quedando con las secuelas precisamente donde atraviesan experiencias adversas en su infancia”, concluyó. _
AAC