Xicotepec posee una ruta del café libre de carbono

Desde hace tres años, visitantes pueden recorrer la finca Los Pinos para conocer el proceso de producción del café y para degustarlo.

Ruta del café en Xicotepec. (Andrés Lobato)
Ruta del café en Xicotepec. (Andrés Lobato)
Rafael González
Puebla /

En el municipio de Xicotepec, Puebla, opera desde hace tres años una ruta del café en la finca Los Pinos, cuya producción destaca porque cuenta con los distintivos de café orgánico y de carbono neutral, es decir, reporta cero emisiones de dióxido de carbono.

Julia Ortega Carballo, creadora del proyecto que está clasificado como pionero en su tipo, señala que la intención del mismo es que el estado de Puebla sea reconocido porque ofrece un aromático de calidad. 

“Somos los primeros en México con esta certificación, por lo que refiere a café. En el mundo, primero fue Costa Rica, seríamos los segundos o terceros, porque me parece que en Guatemala hay una finca con este reconocimiento”, precisa Rubén Téllez Barragán, responsable de la finca.

Este recorrido comienza con una visita al bosque de las nieblas, en una extensión de siete hectáreas, de las cuales 5.5 son de cultivos de café, donde los visitantes encontrarán plantas de la especie arábiga, que es un café de altura, es decir, se produce por arriba de los mil metros sobre el nivel del mar.

“Básicamente son dos variedades: Oro Azteca y Costa Rica 95”, informa Rubén Téllez, quien adelanta que para este año esperan alcanzar hasta 18 toneladas en su producción. De igual forma, podrán recolectar frutos de café y conocer todo el proceso de crecimiento de la planta, desde la siembra de la semilla en un invernadero.

El recorrido comienza con una visita al bosque de las nieblas. (Andrés Lobato)

Selección con calidad

“Para la semilla se escoge una planta a la mitad de la cosecha, no al principio ni al final. Te posicionas de una planta que esté en buenas condiciones, que la veas sana, fuerte, vigorosa, y tomas la parte media de la altura y de la planta y de ahí seleccionas los frutos más grandes y de mejor forma. Esa semilla se separa de manera manual, no se usa la despulpadora para no dañarla, la lavas y pones a secar al aire libre, pero bajo sombra, que no le den los rayos directos del Sol. Después de 15 días ya tienes la semilla seca, la vuelves a seleccionar, que no estén rotas, quebradas, chicas y tengan la mejor forma; y ya de ahí la llevas a una cama de siembra, donde empiezan a germinar en unas tres cuatro semanas y ahí ya tienes tu plantulita”, afirma Rubén Téllez.

Cuando empieza a desarrollarse la planta, sus etapas son: soldadito (a las 3 a 4 semanas), mariposa (dos meses) o pesetilla, naranjito (hojas verdaderas) y plantón (cuatro meses), punto en el que la planta está lista para llegar al sitio definitivo donde se trasplanta.

Cabe señalar que una planta puede alcanzar hasta 4 metros de altura, lo que ya no es bueno para la cosecha porque los frutos pierden calidad, motivo por el cual se podan a una talla promedio de dos metros. En el ciclo productivo de una planta, después de 10 años empieza a registrar una baja producción, por lo que es necesario que se le realice una poda hasta abajo, saque nuevos retoños o se trasplante en su sitio un nuevo plantón.

Julia Ortega añade que otro de los fines de la ruta es que los visitantes conozcan todo el trabajo que implica o realiza un jornalero, con la finalidad de que la gente se pueda preparar una taza: 

“Le tienes que dedicar dos años de trabajo para que dé producciones la planta, eso es lo que más se llevan y valoran; (buscamos) que cuando vayan a un puesto de tamales o un negocio más formal, ya no se cuestionen tanto porqué una taza vale 12 o 30 pesos. Son dos años atrás para que puedas tomar una taza de café”.

En el recorrido, los visitantes conocerán el trabajo que realiza un jornalero. (Andrés Lobato)

Recorridos especiales

Respecto a los recorridos, comentó que abarcan desde horas hasta dos días y medio, ya que incluyen entrada, una guía de turistas, coffe break y transportación desde el centro del municipio. Los paquetes de visita a la finca van desde los 250 pesos.

Asimismo, hay un paquete que se llama Finca Paz Pabellón del Café, en el cual se visita la finca y Aristóteles Coffee Shop, una cafetería con la que cuenta la marca. Además, se encuentra un pequeño museo donde se da a conocer un poco de la historia del aromático, del proceso del café y degustación: 

“Ahí tienen la oportunidad de preparar su café con los granos que seleccionaron. Ese cuesta 350 pesos”.

Ortega reitera que la visita se desarrolla en la finca donde se produce café orgánico para que los turistas aprendan a degustar la calidad en taza y el esfuerzo de ofrecer un buen producto.

Las plantas pueden alcanzar hasta 4 metros de altura. (Andrés Lobato)

Sin contaminar

Sobre el certificado, Téllez precisa que “cero emisiones” refiere a las remociones, “es decir, lo que capturamos, es más de lo que emitimos. En esencia es eso, pero técnicamente se le clasifica en una neutralidad”. 

Narra que desde 2016 se dio una renovación gradual de la finca “dada la severidad de la roya del café que nos pegó en todo México”, pues recordó que este hongo afectó las plantaciones, al grado de que en 2013 ocasionó una reducción de 50 por ciento en la producción.

Por su parte, Julia Ortega Carballo menciona que la finca Los Pinos ofrece la marca Aristóteles, la cual junto con sus fincas socias, trabaja y atiende una producción con una calidad estándar, misma que es colocada en Bélgica y Holanda.

“Actualmente nos estamos concretando al mercado nacional y el próximo año esperamos seguir exportando ya como café carbono neutral, que son pocas las empresas o café que tienen esta certificación”. Por ello, cuentan con la norma mexicana y con la expedida por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés). En ese sentido, determinaron mantener puertas abiertas para que la misma gente constatara del manejo de este café orgánico.

El cafetalero presume que por este manejo y operación han captado visitantes de Perú, Costa Rica, Argentina, Estados Unidos, Finlandia, España y Rusia, aunque reconoce las labores de promoción del municipio que ha realizado el ayuntamiento de Xicotepec de Juárez, entre ellas la organización de carreras internacionales, para que a su vez arriben más turistas: 

“Hemos tenido la oportunidad de que nos visiten personas de otras partes del mundo y, obviamente, la gente local y del resto del país”.

Reporta que además de los empleos indirectos que generan en el sector turismo, hasta 25 personas trabajan en la producción, contando aquellos que atienden el aspecto administrativo.

Adelanta que el siguiente paso es el replicar este modelo con caficultores: 

“Quienes no lo han podido consolidar porque son, digamos convencionales, que a lo mejor no cuentan con otro tipo de certificación; sin embargo, se están preparando para seguir reduciendo sus emisiones y ellos, al igual que nosotros, podamos acceder a un mejor precio, un mejor mercado”. 

Otro de sus planes, dijo, es la colocación de un biodigestor para recuperar las mieles que se producen cuando despulpan el fruto del café, llamado coloquialmente cereza o baya.

La propietaria de la finca manifiesta su preocupación por el tema ambiental con el cambio climático, en especial, le ocupa la preservación de los suelos para cualquier cultivo: “Si lo cuidamos (el medio ambiente) estamos salvados, por así decirlo, de seguir calentando el planeta”.

Indica que los interesados los pueden buscar en Facebook e Instagram como La Ruta del Café Aristóteles, o vía WhatsAap al teléfono móvil 764 102 29 02.

La finca Los Pinos ofrece la marca Aristóteles. (Andrés Lobato)


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