¿Adiós a concursos de belleza? Esto proponen diputadas del PRD y Morena

De entre los gastos del gobierno, se encuentra el financiamiento de los certámenes de belleza. Esta iniciativa busca quitar los recursos públicos a concursos que reproduzcan estereotipos sexistas.

La iniciativa se presentó desde el 18 de marzo del año en curso, pero recientemente fue discutida. (Cuartoscuro)
Laura Ponce
Ciudad de México /

Más allá de los conceptos sobre la belleza que tienen Platón, Aristóteles, Sócrates, Kierkegaard, Schopenhauer o cualquiera de los grandes pensadores, en México y el mundo la belleza femenina se juzga mediante listas. Estas, solicitan con claridad que las mujeres deben ser solteras y no estar casadas, ni haber sido madres o estar embarazadas; algunas requieren tener una altura superior a un metro 68 centímetros y hablar inglés, pero muchas coinciden en que 27 años es la edad en la que el encanto termina.

Recientemente, ha surgido una gran discusión en torno a la iniciativa presentada por la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados, cuya polémica se centra en el apartado que propone dejar sin recursos públicos a aquellos concursos de belleza que incurran en la promoción de “violencia simbólica” hacia las mujeres. La propuesta ha causado revuelo en redes sociales y fue incluso descrita por la ex Miss Universo, Lupita Jones, como un intento de “criminalizar la belleza”.

Sin embargo, esta reforma no busca cambiar el Código Penal, sino hacer modificaciones a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida Libre de Violencia, la cual surge en 2007 en un contexto de violencia en México, tras el auge de los feminicidios en Ciudad Juárez y Chihuahua. Entre los grandes logros de esta ley se encuentra la primera definición del término de violencia feminicida como “la forma extrema de violencia contra las mujeres” y ahora, la diputada Frida Alejandra Esparza Márquez, del PRD, busca incluir un nuevo concepto para prevenir este tipo de actos.

La iniciativa

La iniciativa se presentó desde el 18 de marzo del año en curso y se publicó en la gaceta al día siguiente. Propone reformas a la Ley General de Acceso a las Mujeres a una vida Libre de Violencia y cuenta con tres modificaciones sustanciales:

1. La adición de una sexta fracción al artículo 6 que defina a la violencia simbólica como:

“La violencia simbólica consiste en que, a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos y signos, se transmita o reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad”.

2. Una adición de un artículo 17 bis, que tiene que ver sobre la forma de ejercer la violencia simbólica. En ella, se integran los certámenes o cualquier tipo de concurso donde se evalúe a las mujeres, niñas y adolescentes basada en su apariencia física, con base en estereotipos sexistas.

3. El gobierno no puede apoyar de ninguna manera, ni con publicidad, ni con recursos públicos la realización de concursos y certámenes que incurran en prácticas de reproducción de estereotipos sexistas.

Mediante el primer dictamen, la iniciativa propuesta por las diputadas Frida Alejandra Esparza Márquez (PRD), Beatriz Rojas Martínez (Morena) y María Guadalupe Almaguer Pardo (PRD), busca reconocer un tipo de violencia nuevo que no estaba considerado previamente. Asimismo, el reconocimiento de que el Estado mexicano tiene que trabajar para identificar este tipo de violencia y erradicarla.

¿Se prohíben o no los concursos de belleza?

Debido a que la iniciativa no busca realizar reformas al Código Penal, la violencia simbólica no puede ser considerada como un delito. Directamente, la responsabilidad y las implicaciones que tiene este tipo de prácticas recaen en el Estado, por lo que los certámenes no son un delito, no se persiguen y no hay cárcel.

“Sólo si las autoridades incurren en manifestar este tipo de violencia habría sanciones de carácter administrativo y, en el caso más extremo, sería un desvío de recursos (…) y el delito no sería el ejercicio de la violencia. Sin embargo, la identificación de estas violencias nos compromete al menos a las autoridades para trabajar en su erradicación”, dijo a MILENIO la diputada Frida Esparza en entrevista

La legisladora resaltó que esta reforma no busca limitar ni prohibir las libertades de las mujeres a participar en este tipo de concursos, pues “termina siendo una libertad de decisión, en ningún momento atenta contra esto”. Tampoco busca censurar su promoción, sino generar mejores condiciones para llevar a cabo este tipo de certámenes.

Los concursos que desaparecerían en caso de incurrir en la práctica de violencia simbólica son los financiados totalmente con recursos del erario. Empero, aquellos realizados únicamente con fondos privados no serían afectados en ningún aspecto, ya que no contemplarían dentro del recorte, y sus sanciones serían sólo de carácter administrativo si se demostrara que reproducen estereotipos sexistas.

Podrían seguir existiendo los concursos y los certámenes con recursos privados, o si el interés es que el Estado siga patrocinando estos certámenes, es necesario cambiar los requisitos que se solicitan a las mujeres al momento de su inscripción”, afirmó.

¿Cuánto dinero se da a los certámenes de belleza?

La diputada declaró que han tenido una serie de problemas para obtener información sobre la cantidad específica que se destina a este tipo de concursos. Aseguró que los recursos se otorgan a partir del ramo de cultura y entretenimiento, ya sea de manera local o estatal, “sin embargo, no está documentado estrictamente cuánto se destina”, comentó.

“El caso que tenemos registrado se obtuvo hace ya tiempo, a través de una solicitud vía Transparencia. Fue el caso de Jalisco, donde se destinaban 8 millones de pesos en cinco municipios, y se hace una comparativa con los 4 millones de pesos que se destinaban a nivel estatal para la Alerta de Género. Se está hablando del doble de recursos para este tipo de certámenes”, resaltó.

Nuevo León, Jalisco, Zacatecas, Quintana Roo y Sinaloa son los faros de estos concursos, que cuentan incluso con episodios televisados de sus castings como “Buscadores de la Belleza”. En ellos, cada mujer busca ser un ícono representante de su comunidad o región, y la variedad estos certámenes presenta un reto diferente y un análisis específico. Durante las fiestas locales y los carnavales, estos certámenes son característicos bajo el propósito de elegir a la "reina de la primavera", "del maíz" y cualquier otro motivo.

“Con el ejemplo del estado de Jalisco podemos dimensionar que no es despreciable la cantidad que se destina a estos concursos. No es algo que se deba dimitir, sobre todo cuando hacemos la comparativa de otros rubros, por ejemplo, el tema de la alerta de género”, detalló.

El tamaño del certamen no corresponde a la cantidad de recursos invertidos en él. Basta con observar el caso del concurso a la reina del carnaval de Veracruz, donde una de las participantes fue descalificada luego de que una de sus familiares depositara un cheque por 95 mil pesos en la urna de votación.

Aún no se tiene un objetivo para los recursos que se rescatarían tras la aprobación de esta ley, pues esa función corresponde directamente a la administración del presupuesto de egresos, “en la ley no se puede especificar claramente, si quito recursos de aquí los paso para acá”, aseguró la diputada. Pero tomando en cuenta su procedencia, Esparza Márquez espera que los fondos sean redistribuidos en programas o plataformas de ayuda para mujeres.

El camino hacia certámenes incluyentes

De acuerdo con las legisladoras de la Comisión de Igualdad de Género, el problema de los concursos de belleza surge con la discriminación hacia ciertas mujeres al momento de solicitar algunas características físicas para ingresar, o de otro tipo de ámbito; puesto que estas marcan una pauta de “una imagen idealizada de lo que debe ser la mujer, de lo que debe cumplir. Es un molde que se debe llenar”.

Las repercusiones de estos ideales pueden causar problemas de carácter psicológico, emocionales y de autoestima para las jóvenes, adolescentes y niñas, que se pueden ver obligadas a cumplir facetas idealizadas para encajar en la sociedad o a no aceptar la diversidad de sus cuerpos.

“Siempre hubo una idea de que la mujer debe de alcanzar ciertos estereotipos. Porque el alcance de la mujer en la sociedad parece que tuviera que haber alguna manera de conciliar ‘las pérdidas’ que se ha tenido socialmente. Me refiero a que se avanza en el ejercicio del voto en Estados Unidos y es cuando empiezan estos tipos de certámenes”, comentó la diputada.

Tal como se mencionó, las mujeres obtuvieron el derecho al sufragio en Estados Unidos en 1920, tras medio siglo de protestas; mientras que la primera “Miss America” fue coronada justo un año después, en Atlantic City. Casi 100 años han pasado desde ese certamen en Nueva Jersey, y muchos de los requisitos han cambiado o se han renovado, pero otros continúan.

Con la aprobación de esta ley, todos los concursos de belleza tienen la oportunidad de realizar cambios en su estructura para volverla más inclusiva. “Sería una cuestión muy particular de cada certamen. (…) Reconociendo que las mujeres son muy diversas y que no tenemos que adecuarnos a ningún molde preestablecido, socialmente aceptado” sugirió la diputada, dejando al juicio de los organizadores las modificaciones libres de violencia simbólica.

​Asimismo, Esparza Márquez reconoció el papel que desempeñan estos concursos como plataforma de difusión de las ideas de las mujeres, las acciones sociales, el altruismo y la representación femenina frente a una región o país. También destacó los beneficios económicos que puede traer a una comunidad, o el atractivo turístico que poseen. Sin embargo, recordó que las medidas y limitantes continúan existiendo dentro de los certámenes, y que nada justifica el ejercicio de violencia contra las mujeres.

“No es que se busque el empoderamiento de todas las mujeres, sino de ciertas mujeres, de aquellas que entran en esas características físicas. ¿Quiere decir que las mujeres que son menores de la edad que piden o mayores, ya no pueden ser empoderadas? ¿O las que han tenido hijos? ¿o aquellas que están casadas o embarazadas? Me parece que eso es una limitante que se tiene que erradicar. Si realmente se quiere empoderar a la mujer, empoderemos a todas. Eliminemos la violencia nada más”, sentenció.

Actualmente existen concursos que incluyen a mujeres con discapacidades físicas o mentales, a mujeres transgénero o de comunidades indígenas, que, de acuerdo con la iniciativa, no se verían afectados debido a la promoción de una “belleza integral”. La diputada recordó que es imposible eliminar los concursos de belleza, pues sería un acto inconstitucional, ya que atentaría contra la libertad de las mujeres.

Ángela María Ponce Camacho, conocida por ser la primera mujer transgénero en convertirse en Miss Universo España. (Instagram: @angelaponceofficial)
Las mujeres no ganan ni pierden valía por sus características físicas, ni por sus rasgos faciales ni corporales. Si se quiere fungir como plataforma, si se quiere apoyar a las mujeres hay muchas maneras de hacerlo. Se pueden realizar estos concursos sin ejercer violencia, sin reproducir estos estereotipos, sin ser reproductores de violencia simbólica” manifestó.

La iniciativa obtuvo un voto de aceptación unánime por parte de la Comisión de Igualdad, pero debido la pandemia de coronavirus, no se ha aprobado, puesto que el Congreso no tiene la facultad de aprobar nada vía distancia. Las comisiones han llevado a cabo reuniones para agilizar los procesos legislativos, con el fin de formalizar su aprobación una vez se reanuden las actividades presenciales.

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