De los 17 programas sociales del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, el 47 por ciento no tienen claridad en el problema público que buscan resolver, de acuerdo con un análisis que realizó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) a un año del inicio de su operación.
A los programas impulsados por el Gobierno Federal en 2019 se asignó un presupuesto de 131 mil 800 millones de pesos, pero al examinar el establecimiento de metas y líneas base de los 170 indicadores que utilizaron los 17 programas prioritarios el Coneval observó que en el 59 por ciento “no se estableció una línea base, es decir, no se tiene claridad sobre el punto de partida en el que se guíe el programa para el logro de sus objetivos”.
Ocho de los 17 programas analizados expresan su objetivo central en términos de gestión o entrega de bienes y servicios. Además, el informe presentado este lunes concluye que los programas prioritarios de esta administración estuvieron lejos de alcanzar su cobertura objetivo, pues a excepción de Jóvenes Construyendo el Futuro y Producción para el Bienestar, ninguno cubrió a más de 50 por ciento de su población objetivo, o no tenía información sobre su cobertura.
Dicho programa reportó un avance en del 57.9 por ciento durante el 2019, lo que se traduce en más de un millón de jóvenes vinculados a programas de capacitación.
En contraste, el programa Crédito Ganadero a la Palabra de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) registró el menor avance en su cobertura, ya que atendió a 12 mil 52 pequeños productores pecuarios (1.6 por ciento de su población objetivo) en 2019. Coneval se enfrentó a un problema de opacidad al realizar su análisis.
El organismo señala que 6 de los 17 programas prioritarios, el 35 por ciento, no reportaron datos acerca de su cobertura alcanzada en 2019, tres de los cuales son programas coordinados por la Sader: Precios de Garantía, Fertilizantes y Agromercados Sociales y Sustentables.
Los 3 programas de la SEP si bien poseen información acerca de su población atendida, no identifican qué proporción representan estos apoyos en relación con el total de su población objetivo”.
El organismo concluye que “los programas prioritarios tienen dificultades importantes para definir indicadores que les permitan monitorear los resultados alcanzados en sus poblaciones objetivo”.
El programa de Cultura Comunitaria, el de de Fomento a la Planeación Urbana, Metropolitana y el Ordenamiento Territorial (PUMOT) y el de Bienestar de las Personas en Situación de Emergencia Social y Natural no cuentan con enfoque de resultados. Además el Coneval no pudo realizar la medición de indicadores de resultados de 28 programas por no contar con la información completa de metas planeadas y alcanzadas.
“Para 2019, una tercera parte (33.8 por ciento) de los indicadores de los 17 programas prioritarios alcanzaron un cumplimiento de metas que refleja un proceso de planeación satisfactorio (apropiado) y además cuentan con un buen diseño, mientras que poco más de un tercio logró un desempeño que da cuenta de problemas en el proceso de planeación y definición de metas (28.2 por ciento rezagado y 6.3 por ciento sobrecumplido)”.
“El programa Agromercados Sociales y Sustentables de la Sader tiene el mayor número de indicadores con un desempeño por la calidad rezagado apropiado; sin embargo, este programa ya no sigue vigente en 2020; le siguen Sembrando Vida y Cultura Comunitaria con 6 indicadores en esta categoría cada uno”.
“En contraste, el programa Crédito Ganadero a la Palabra concentra el mayor número de indicadores con un desempeño por la calidad rezagado. Además, los dos programas de la SEDATU, en conjunto, tienen 10 indicadores que alcanzaron un cumplimiento de su desempeño rezagado, lo que se traduce en el promedio más bajo por dependencia”.
dmr