Ex gobernadora de Yucatán, ex presidenta nacional del PRI y ex senadora de la República, la hoy vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Dulce María Sauri, se identifica como feminista, amante de la música de Beethoven y de la gastronomía de su estado, además de dichosa abuela de seis nietos.
Como aficionada a la literatura policiaca, la legisladora priista pide “no echar a perder" a Paco Ignacio Taibo II: “Que no lo nombren en una posición burocrática, que permanezca como un extraordinario escritor creativo”.
¿Cómo ve el escenario político desde estas circunstancias?
Es la segunda ocasión que me toca ser oposición; lo fuimos en 2000, en ese momento estaba en el Senado y ahora en la Cámara de Diputados, y hay diferencias sensibles; en 2000 éramos oposición al Ejecutivo, pero éramos mayoría relativa en el Senado y en la Cámara de Diputados, y ahora somos la bancada más pequeña, somos 47, no llegamos ni a 10 por ciento de los 500 diputados, pero considero que estamos como grupo e individualmente decididos a hacer, desde esta trinchera en que nos colocó el electorado, el mejor trabajo posible. Hay una voluntad de no retroceder ante las condiciones difíciles, no amilanarse, sino hacer las cosas bien.
¿Y cuando la política le deja tiempo libre, a qué lo dedica?
Tengo la enorme dicha de ser madre y abuela de seis, tengo cinco nietas y un nieto que, cuando me vine a la Cámara de Diputados, me hicieron serios reclamos, pues muchas cosas que hacía yo con ellos, ahora ya es difícil. Cuando estoy en casa trato de disfrutar a mi marido –el 20 diciembre cumplimos 47 años de casados–, a mi madre y una familia grande, con hijos, nietos, hermanos, en una ciudad en la que se puede disfrutar de eso, que es Mérida.
A propósito de Yucatán y de la gastronomía, ¿cuál es su platillo favorito?
De entrada, sopa de lima. Me encanta el queso relleno y me gusta mucho el relleno negro, son mis dos grandes adoraciones, y sí, sé a dónde hay que ir a comer queso relleno y dónde está la mejor sopa de lima, y apenas tengo oportunidad, voy y lo hago. En Mérida hay excelentes restaurantes, y como gobernadora tuve la oportunidad de recorrer y conocer todo el estado y entonces sé en qué regiones puede uno comprar, por ejemplo, pibitos enterrados, en Valladolid. El relleno negro, puede uno ir al sur del estado, igual, ir a comer en Maní con “El Príncipe Tutul Xiu”, otra delicia; tiene sus sabores, sus diferencias en cada región, y cuando es acompañado por tortillitas hechas a mano, ¡no, para qué quiere!
¿Le gusta cocinar?
Me gusta comer.
¿Le gusta la trova, el bolero?
Sin ser melómana, me gusta mucho la música clásica; de los placeres que tengo es, junto con mi esposo, estamos abonados a la temporada de la Sinfónica de Yucatán, es muy buena, y vamos los domingos a las 12 del día en temporada; por cierto, me perdí Carmina Burana, pues tuve que venir a Ciudad de México, porque teníamos sesión. Oigo mucho música clásica cuando estoy trabajando, amo a Beethoven.
¿Cuál es su lectura favorita, qué está leyendo ahora?
Leo casi todo lo que me cae y a veces estoy leyendo tres al mismo tiempo; a veces hay tanta lectura acá, que acabo agotada, y entonces leo cualquier cosa, para que se me vaya un poco el estrés de tanta concentración; ahora, por ejemplo, tengo el libro Hija de revolucionarios, de Laurence Debray, pues asistí a la presentación en la FIL, me gustó mucho y compré el libro y lo estoy leyendo. Tengo el libro de Martha Lamas, que es muy interesante y muy polémico, se llama Acoso, ¿denuncia legítima o victimización?, y trae toda la discusión de ahora sobre el tema #MeToo, y muy valiente sobre todo, porque pone posiciones que no necesariamente son las que predominan.
“Me gusta mucho la literatura policiaca, por eso me encantaría que no echaran a perder a Paco Ignacio Taibo II, no lo nombren en una posición burocrática como es la dirección del FCE, que permanezca como extraordinario escritor creativo, porque aun este espíritu lúdico de su literatura es lo que hace tan interesantes sus libros de historia; entonces, no lo echen a perder”.
¿Se identifica como feminista?
Absolutamente. Soy activista de la causa de los derechos de las mujeres y quien luche por sus derechos es feminista. Algunas veces, lo sabe, y otras veces, incluso lo niega, pero quien lucha por los derechos de las mujeres es feminista y yo lo soy.