Al comparecer en el Senado, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, defendió el dictamen elaborado por peritos técnicos especiales y la auditoría de la Secretaría de la Función Pública que dio por concluido el caso en el Paso Express e insistió en que el incidente que dejó dos personas muertas se debió a una alcantarilla taponeada.
“El resultado del dictamen emitido por peritos técnicos independientes que concluye como causa el taponamiento de la alcantarilla que infiltró el terraplén y provocó la oquedad”, dijo en su comparecencia ante los integrantes de la Comisión de Comunicaciones, que encabeza el morenista Higinio Martínez.
Ruiz Esparza dijo que en lo que va de la administración, la dependencia enfrentó retos y riesgos inherentes a la construcción de obras de servicio de gran magnitud y trascendencia, entre ellos el Paso Express.
“El más significativo sin duda es el paso exprés de Cuernavaca, que considero hay que visualizarlo a la luz de la magnitud de las obras derivadas del Plan Nacional de Infraestructura”, refirió.
Gerardo Ruiz Esparza aseguró que los deudos de Juan Mena López y su hijo Juan Mena Romero fueron indemnizados conforme lo establece la ley con un convenio reparatorio ante la autoridad competente.
“Me permito destacar que en todo momento la secretaría y personalmente su servidor hemos contribuido a la auditoría e investigación realizadas por la secretaría de la función pública, la cual ya fue concluida determinando la responsabilidad de los servidores públicos correspondientes”, dijo a los legisladores.
Expuso que la SCT ha rendido cuenta detallada de todas las acciones realizadas, como un informe “muy completo” que contiene las acciones realizadas, la información rendida a la opinión pública, la atención a los familiares de la víctimas, a los vecinos.
Así como la reparación del tramo de 36 metros afectado en una autopista de 15 kilómetros de longitud que presta sus servicios integralmente a partir de noviembre del año pasado; la justificación del costo total del proyecto
OVM