En una pasarela de corcholatas presidenciales en el Palacio de San Lázaro, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, midieron ayer fuerzas durante la reunión plenaria de los diputados de Morena, aunque ambos negaron la existencia de celos, pleitos o divisiones ente los aspirantes a suceder a Andrés Manuel López Obrador.
Entre arengas de “¡presidenta, presidenta!” y “¡presidente, presidente!”, así como aplausos de sus respectivos simpatizantes, ambos llamaron a aplazar para otro momento dichas expresiones de apoyo.
“No, no. Estamos aquí para hablar de otras cosas”, dijo Sheinbaum a sus apoyadores en el cónclave morenista, mientras López atajó así a los suyos: “¿No habíamos quedado que eso puede esperar? Todavía no son los tiempos, pues”.
La tercera corcholata en discordia, Marcelo Ebrard, irá este viernes a “mostrar músculo” en el encuentro del grupo parlamentario de Morena, mientras el senador Ricardo Monreal será, una vez más, el aspirante presidencial excluido de la pasarela morenista.
Contienda entre corcholatas no dividirá: Sheinbaum
De buen humor a su llegada al recinto de San Lázaro, la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum descartó un choque entre los precandidatos de la cuarta transformación a la Presidencia de la República.
“No, no hay pleitos. No hay pleitos, ni celos, ni nada, pura unidad, sí”, declaró sonriente a los representantes de los medios informativos.
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Tres días después del cese de seis funcionarios públicos en el estado de Tabasco, tras manifestar su respaldo a las aspiraciones presidenciales de Sheinbaum, los discursos de las corcholatas abundaron en la unidad del movimiento en torno a Andrés Manuel López Obrador.
“No hay nada, nada que nos divida, nada. La unidad de nuestro movimiento está por encima de todo. Ni el proceso de corcholatas, ni ninguna otra cuestión puede poner en duda la unidad de nuestro movimiento; tenemos la responsabilidad, la obligación de que encima de todo está la transformación y por encima de todo está el bienestar del pueblo de México”, remarcó la gobernante capitalina ante sus correligionarios diputados.
Más aún, convocó a los integrantes de la llamada cuarta transformación a trabajar para que el 70 por ciento de popularidad que hoy tiene el presidente López Obrador pase a 85 por cierto en septiembre de 2024, al concluir su mandato.
“Tenemos un presidente, el mejor presidente de la época moderna, no le vamos a quitar ni un segundo del privilegio que tiene el pueblo de México de tener al presidente que tenemos. Todos los que pertenecemos a este movimiento, tenemos una tarea, que es que, si el presidente hoy tiene 70 por ciento popularidad, en septiembre de 2024 tenga 85 por ciento de popularidad, y eso no solo es tarea de él, sino de todos y de todas”, arengó.
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En su turno, el secretario Adán Augusto López enarboló también la bandera de la unidad interna del movimiento y descartó divisiones entre grupos identificados con los aspirantes presidenciales.
“Yo no veo ni grupos, ni división en este movimiento que conforma o que encabeza la transformación del país; eso solamente sucede en la imaginación de algunos. He sostenido que, de hecho y de derecho, no son ni siquiera los tiempos para pensar en ese tema, que quienes tengan alguna aspiración, pues llegará el momento que la manifiesten”, dijo.
Coincidió en que hoy es momento de acompañar y apoyar al Presidente de la República para consolidar la cuarta transformación.
"¡Vivan las corcholatas!"
En la sesión de preguntas y respuestas, la legisladora chihuahuense Susana Prieto interrogó a Sheinbaum sobre expresiones presuntamente ofensivas de la senadora panista Lilly Téllez contra la jefa de gobierno.
"A mí no me ofende el tema de las corcholatas, no sé a quién le ofenda. Digo, cuando uno está seguro de sí mismo, de lo que representa y del movimiento que representa, que vivan las corcholatas”.
Tanto Sheinbaum como López se retiraron del recinto tal como ingresaron, rodeados de legisladores morenistas en busca de la foto con su corcholata para compartirla en redes sociales y, eventualmente, presumirla después de las elecciones presidenciales de 2024.
EHR