La pandemia por coronavirus ha provocado el aumento de estrés en los padres quienes reaccionan de manera violenta con niños y adolescentes, a través de castigos físicos, corporales o sexuales.
Durante el foro virtual sobre violencia familiar, María Elena Morera, presidenta de Causa en Común, señaló que al aumentar el número de personas desempleadas o las que laboran menos debido al covid-19 se deteriora la salud mental de los padres y como consecuencia se ejerce violencia en los menores.
Consideró que existe una disminución en las llamadas de mujeres víctimas de violencia, por miedo a que su agresor. Por lo que propuso, que policías pueden acudir a los domicilios en los que se sabe que existe violencia familiar.
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En su intervención, Juan Martín Pérez, director de la Red por los Derechos de la Infancia en México, consideró que la violencia ya estaba en casa antes de la pandemia, pero se agudizó porque se ha reducido la capacidad de respuesta.
“Particularmente con niños, niñas y adolescentes el problema va a estar más en castigo físico o castigo corporal, pero, fundamentalmente en delito de orden sexual”, afirmó.
Expuso que el 85 por ciento de las víctimas de delitos sexuales fueron mujeres, “esta el abuso sexual, la violación simple y la corrupción de menores…. En el caso de niñas, niños y adolescentes tenemos un problema muy viejo de estrupo”.
Asimismo, recordó que el INEGI señaló en noviembre del año pasado que 30.7 millones de mujeres han enfrentado algún tipo de violencia en su vida y el 43 por ciento sufrieron agresiones por parte de la pareja actual o en su última relación.
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