El gobierno de Andrés Manuel López Obrador no descarta recurrir al endeudamiento público para enfrentar la emergencia sanitaria por coronavirus covid-19, pero como último recurso y después de agotar otras posibilidades, dijo la vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Dolores Padierna, al subrayar que todavía está pendiente cuantificar las acciones para mitigar los efectos de la pandemia e identificar diversas fuentes de financiamiento.
“Ante la emergencia sanitaria por el coronavirus, el presidente Andrés Manuel López Obrador no descarta recurrir a la deuda pública, pero como último recurso, ya que primero deben agotarse otras posibilidades, cuantificar las acciones que aún falta realizar e identificar varias fuentes de financiamiento disponibles”, advirtió.
La legisladora de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) detalló que en los Pre-Criterios Generales de Política Económica 2021 se estima una reducción de 586 mil millones de pesos en los ingresos de este año y, para compensar esa caída, se ha propuesto utilizar 289 mil millones disponibles en fideicomisos públicos y 259 mil millones de nuevos endeudamientos, lo que incrementaría la deuda neta a 52.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
“El costo de la emergencia, que aunque no está cuantificado, seguramente implicará gastos adicionales derivados de las medidas que ya anunció el gobierno federal, dentro de las que destacan mayores recursos para el sector salud, el reforzamiento de los programas sociales para apoyar a la población más vulnerable y el financiamiento de 2 millones de créditos a pequeñas empresas y personas”, puntualizó.
Padierna recordó que la deuda pública se incrementó de manera importante durante la administración de Enrique Peña Nieto, al pasar de 33.8 por ciento del PIB en 2012 a 48.2 por ciento en 2016, mientras que en el primer año del actual gobierno continuó se redujo a 45.5 por ciento del PIB.
Recordó que el paquete fiscal para 2020 consideró un escenario de disminución paulatina de la deuda hasta llegar a 43.9 por ciento en 2024.
“No obstante, la emergencia sanitaria que inició en febrero ya ha tenido un impacto en la economía y por supuesto en las finanzas públicas: los nuevos pronósticos estiman una caída de los ingresos y, para atender la emergencia, el gobierno federal requerirá de recursos adicionales a los aprobados y se tendrá que recurrir a fuentes de financiamiento complementarias”, subrayó la diputada federal.
jlmr