El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) identificó que las compras del gobierno federal para enfrentar la pandemia de covid-19 han sido discrecionales, opacas, con riesgo de sobreprecios y que no se ha ejercido todo el presupuesto disponible.
“Más de mil 100 millones de pesos gastados no cuentan con información suficiente para identificar los bienes y servicios adquiridos, las cantidades requeridas y los precios unitarios”, advirtió el organismo en un comunicado, al informar sobre un análisis de las compras realizadas por las dependencias facultadas para hacer compras de emergencia.
El IMCO revisó las adquisiciones que han hecho el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y las secretarías de Marina (Semar), Defensa Nacional (Sedena) y Salud.
El análisis incluyó tiempos y montos de contratación, grado de transparencia, proveedores, condiciones y precios de los bienes adquiridos para la emergencia. Con base en ello, se identificaron tendencias y patrones preocupantes que dificultan el monitoreo y vigilancia de los recursos públicos.
El análisis arrojó que el gasto ejercido por las dependencias de salud es significativamente menor en comparación con el de 2019.
“A pesar de enfrentar una de las mayores crisis de salud en la historia, de enero a junio, el IMSS gastó 13 mil millones de pesos menos que durante el mismo periodo del año pasado”, informó el IMCO.
Además, encontró ausencia de protocolos de contratación en emergencias, lo que no permite identificar compras de preparación para la pandemia.
“No es posible identificar las compras de insumos necesarios para la atención de covid-19 durante los meses de enero y febrero, vitales para prepararse para la emergencia”, agregó.
Hay opacidad y falta de información, pues gran parte de las compras analizadas incumplen con los requisitos mínimos de transparencia establecidos en la ley.
“El 26% del monto adjudicado en el año, directamente por el IMSS, carece de un fundamento legal que avale su ejecución. Más de 700 millones de pesos gastados por el instituto no cuentan con documentación suficiente para identificar los bienes y servicios adquiridos”, explicó.
Además, halló anomalías y posibles casos de sobreprecio en el ISSSTE y en la Sedena, los cuales han adquirido equipo médico especializado por parte de empresas cuyas operaciones son ajenas al sector salud.
“El ISSSTE ha pagado hasta seis veces más que el IMSS por equipamiento médico similar”, reportó.
El IMCO advirtió la imposibilidad de rastrear las compras realizadas por el Insabi, pues no hay un solo registro público disponible sobre las compras y adquisiciones realizadas por este organismo.
“La distribución de millones de piezas de material y equipo médico, así como la ejecución de programas de inversión de más de 9 mil millones de pesos, se han realizado en total opacidad”, concluyó.
Además, en Compranet no es posible distinguir entre las compras de emergencia y las destinadas a las actividades normales de las dependencias.
icc