Videollamadas, el enlace entre enfermos y familiares en tiempos de coronavirus

Ante la imposibilidad de que familiares vean a los pacientes con covid-19, hospitales como el Juárez de México implementó un programa a través del cual establecen contacto por medio de videollamadas con quienes no están graves.

Los enlaces deben usar doble bata, guantes, googles y mascarilla N-95. (Especial)
y Alma Paola Wong
Ciudad de México /

El salto quizá era lógico, pero inesperado. En una era de comunicaciones digitales y con los nervios a flor de piel en más de un sitio –como quedó de manifiesto la semana pasada en el hospital de Las Américas, en Ecatepec-, el covid-19 ha orillado a que hospitales de todo el país recurran a pantallas, cámaras y micrófonos de tabletas y celulares para que familias y pacientes afectados por el coronavirus puedan comunicarse.

Con la congregación de familiares a sus puertas convertida en un polvorín -a diario había reclamos e incluso se llegaron a suscitar golpes en otros nosocomios- el Hospital Juárez de México habilitó el pasado 27 de abril el programa "Acercándonos", en el que por medio de tres tabletas establecen contacto entre pacientes no graves y sus familias.

Familiares afuera del Hospital Juárez de México esperan informes sobre sus pacientes que ingresaron por covid-19. (Ariana Pérez)

El efecto es palpable. Si bien entre familias abunda la angustia por el estado de sus familiares, las videollamadas se han convertido en un breve remanso a la preocupación. Aunque duran apenas tres minutos, cinco máximo, ayudan a los pacientes a recobrar el ánimo y deja más tranquilos a sus seres queridos.

La psicóloga adscrita al área de Salud Mental del Hospital Juárez de México, Mayela Padrón, narra la emoción que se contagia entre familias y pacientes, cuando por fin se vuelven a comunicar.

"Es algo que les ayuda, generalmente hay lágrimas de felicidad y emoción, pero los motiva para echarle ganas y aguantar los días que quedan en el hospital”, relata.
Área de urgencias respiratorias del Hospital Juárez de México que atiende a pacientes con covid-19. (Ariana Pérez)

En entrevista con MILENIO, explica que el programa es llevado a cabo por los nueve psicólogos del hospital. Se dividen en dos equipos: uno hace contacto con los familiares y los cita en el nosocomio para realizar la videollamada, mientras que el otro equipo entra a las salas de aislamiento con los pacientes. La llamada es breve para no obstaculizar las labores del personal de médicos y enfermeras.

Pero está comunicación también lleva consigo protocolos de seguridad.

“Es muy difícil ingresar con tabletas por la vestimenta. Te tienes que poner una pijama quirúrgica, cubrebocas, una bata doble, guantes, lentes de protección, mascarilla N-95, otro gorro y cada que ingresas a una sala, te tienes que poner encima otra bata, entonces es muy difícil poder ingresar hasta con el celular porque no tienes bolsas no tienes ningún lugar donde poder ponerlas. Como psicólogos hemos optado por entrar en parejas para poder ayudarnos y agarrar los dispositivos”, relata.

El equipo de psicólogos también revisa cuidadosamente quiénes son los pacientes que están en condiciones para realizar las videollamadas, por lo que el programa no aplica para pacientes graves, ya que no pueden hablar, y enviar una imagen o video del enfermo sería muy fuerte para los familiares, indica la psicóloga.

Los enlaces deben usar doble bata, guantes, lentes de protección y mascarilla N-95. (Especial)

De esa forma, se realiza la videollamada con los pacientes, “cuya capacidad pulmonar permite que puedan establecer una conversación prolongada, porque hay otros pacientes que aunque no estén intubados, no tienen la suficiente capacidad pulmonar y al articular un par de palabras pueden cansarse mucho y eso puede deteriorar su estado de salud”, refiere.

El equipo realiza entre cinco y ocho videollamadas diariamente y refieren que necesitan otras tres tabletas para incrementar los contactos entre pacientes y familiares.

El derecho a decir adiós

Mientras eso pasa para enfermos que sobrellevan lo mejor que pueden la enfermedad, queda pendiente qué hacer con aquellos pacientes que se encuentran graves. En ese sentido, especialistas en medicina y tanatología se pronunciaron por promover más en los hospitales del país la iniciativa “el derecho a decir adiós”, que consiste en permitir a los pacientes en etapa terminal por covid-19 conversar mediante videollamadas con sus familiares, a fin de que ambas partes transiten esta etapa con la mayor paz y tranquilidad posible.

Además, consideraron que la mejor manera para ayudar a bien morir a los pacientes es que se brinde información sobre la evolución de la enfermedad en todo momento, tanto a los familiares como al afectado.

Para evitar contagios y tranquilizar a familiares, distintos hospitales del país han comenzado a recurrir a videollamadas. (Especial)

Alejandra Luna García, maestra en psicología social de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza de la UNAM, explicó que la información es vital en momentos de amplia incertidumbre por el deceso de un familiar.

Expuso que en México podría ponerse en marcha de manera más amplia, la iniciativa “el derecho a decir adiós” que surgió en Milán, Italia, cuando en el Hospital San Carlo compraron una veintena de tabletas para ayudar a los pacientes a que en sus últimos momentos de vida hicieran videollamadas, con el auxilio del personal sanitario.

“En los casos en los que la muerte será inevitable, no vamos a evitar el anuncio de choque, pero sí podemos minimizarlo si los familiares tienen un seguimiento del paciente con información, esto también va preparando a la persona para que asimile una posibilidad de muerte.

Abundó que "el cerebro quiere tener una lógica en este proceso y en el caso de las muertes repentinas es muy complicado para las familias, entonces los allegados se empiezan a configurar muchas preguntas que son naturales durante el duelo: ¿qué hubiera pasado si?, ¿qué hubiera hecho? Pero que se pueden aliviar o hace más llevaderos si hay información constante de por medio”.

“Aquí es importante ese acompañamiento a la distancia, un derecho a decir adiós a la distancia, podría hacerse con el auxilio de iPads, celulares, videollamadas. En otros países como Italia fue de gran ayuda esta estrategia”, explicó.

En tanto, Felipe Martínez, director de la Asociación Nacional de Tanatología coincidió que una manera de ayudarles a encontrar paz a los pacientes en situación crítica es permitirles videollamadas con sus familiares.

Explicó que aunque el personal de salud está capacitado para manejar a pacientes en condición terminal y a sus familiares, un contexto de pandemia pone a prueba a cualquier profesional de la salud, por lo que debe haber equipos bien identificados para colaborar en las estrategias de comunicación entre pacientes y familiares.

Para un paciente, recalcó, escuchar la voz de un familiar en el último momento de vida, puede significar la diferencia entre un deceso solitario y uno con cierta tranquilidad.

Los especialistas coinciden en que es importante para el bienestar emocional y contribuye al mejoramiento el contacto con los familiares. (Especial)

En otro punto del país, en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ) cuentan con al menos 120 dispositivos entre tabletas electrónicas y celulares que son utilizados por el personal médico que se encuentra en las áreas más críticas para comunicarse con el equipo de doctores que se encuentran en otras áreas del hospital, quienes a su vez reportan el estado de salud del paciente a los familiares por medio de WhatsApp.

En el caso de los pacientes más estables, los médicos procuran comunicarlos con sus familiares una vez al día, vía telefónica o si lo desean por medio de videollamada.

“Se está implementando con el número de tabletas que están llegando, pero por el momento la mayoría lo hacemos por teléfono, para que los pacientes menos graves tengan comunicación directa con su familiar para que estén tranquilos. Ellos ya tienen más libertad de incluso utilizar la cámara del teléfono por videollamada de WhatsApp que es lo que más se ocupa”, explicó Guillermo Domínguez Cherit, subdirector de Medicina Crítica del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición.

Puntualizó en la necesidad de que el paciente logre comunicarse con sus familiares a pesar del aislamiento físico, ya que contribuye a eliminar la angustia tanto del enfermo como del familiar.

“Sí influye en cuanto a que el bienestar psicológico también es sumamente importante en toda enfermedad, lo que hemos visto es que existe una tendencia a la depresión en los pacientes porque están completamente aislados; acercarlos por medio del teléfono a sus familiares disminuye la ansiedad en ellos”, comentó.

Pero no ha sido sencillo. Domínguez Cherit señaló que adaptarse a las nuevas formas de comunicar el estado de salud del paciente fue complicado al inicio de la emergencia en México, “porque todos estamos acostumbrados a que cuando un familiar está enfermo pues acuden personalmente con él al médico para sentir que esta información se la está dando de primera voz, con este contacto visual y a veces acudían más de uno o dos familiares”.

Sin embargo, el aislamiento físico impulsó la necesidad de hacer uso de la tecnología, por lo que mediante la donación obtuvieron alrededor de 120 tabletas de distintos tipos. Y como en todo lo que tiene que ver con el covid-19, los números van en ascenso rápido. 

“Vamos a necesitar más porque vamos a abrir más camas, se están preparando y seguramente necesitaremos alrededor de 60, 80 más de estos equipos”, dijo.

kvd

  • Fanny Miranda
  • Reportera de MILENIO, fan de la naturaleza y cazadora de atardeceres. Por sus trabajos sobre medio ambiente, ha ganado el Premio Aleman de Periodismo Walter Reuter 2022 (2do lugar) y Premio Nacional de Periodismo de Ciencia, Tecnología e Innovación en 2016, entre otros.

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