Covid aceleró tecnologías en la industria automotriz

Movimiento. Habrá un cambio en el consumo que se refleja hacia la compra de vehículos más pequeños.

Lo primordial, señalan, es regularizar operaciones e impulsar la recuperación a niveles previos a la pandemia. Archivo
Esther Herrera
Monterrey /

Esta crisis ocasionada por la pandemia del covid-19 no solo le ha pegado a la industria automotriz y su cadena de suministro, sino que ha acelerado tendencias que iban a tardar varios años en concretarse.

Cambios como la digitalización, conectividad y movilidad, es decir, vehículos eléctricos de batería (BEV, por sus siglas en inglés), conectividad y digitalización, vehículos eléctricos de pila de combustible (FCEV, por sus siglas en inglés) y vehículos híbridos eléctricos (PHEV, por sus siglas en inglés) se han establecido como las tendencias clave más importantes en la industria desde 2017; hoy todo esto está tocando la puerta, tan es así que se han integrado a la agenda de las empresas armadoras.

Los expertos señalan al 2021 como el parteaguas para la industria automotriz, donde dichas tendencias serán parte de la agenda y planeación de las armadoras y sus proveedores.

Especialistas de la consultoría KPMG e IHS Markit consideran que todo este impacto traerá un cambio en el consumo que se refleja hacia la compra de vehículos más pequeños.

Óscar Silva, experto y socio líder de Global Strategy Group de KPMG, mencionó que la crisis de covid-19 está acelerando de manera dramática tendencias que ya existían.

Refirió una encuesta que realizó KPMG, la cual arrojó que más de 76 por ciento de los ejecutivos creen que para 2030 menos de 5.0 por ciento de la producción global tendrá origen en Europa, lo cual representa una oportunidad gigante para México.

Un 60 por ciento cree que de 20 por ciento a 30 por ciento de las concesionarias físicas dejarán de existir y serán reemplazadas por tiendas virtuales. Además, el 80 por ciento considera que no habrá un solo modelo de movilidad, sino varios que coexistirán por algún tiempo.

Señaló que la industria automotriz previo a la pandemia del covid-19 era global y lo que se verá ahora es una industria más regional, es decir, proveeduría cercana a las armadoras.

“Se ha dado una quiebra de varias empresas de autopartes, lo que se traduce en una reconfiguración de la cadena de suministro en la zona de Norteamérica, lo que significa una realineación de la producción, pero también veremos nuevos jugadores (proveedores locales)”.

Operan a un turno

El experto de KPMG indicó que si bien es cierto que el sector lleva tres meses de haber reanudado operaciones tras el paro temporal por la emergencia sanitaria, actualmente una gran mayoría de las empresas trabajan con un turno y pocas han podido habilitar un segundo turno.

Para el sector lo primordial es regularizar operaciones, impulsar la recuperación a niveles previos a la pandemia que en el mejor de los escenarios podría ser el 2021.

Silva indicó que las empresas del sector enfrentan un “choque en la demanda”, donde algunos consumidores se han quedado sin empleo y quienes lo mantienen están renuentes a adquirir un nuevo auto.

Aunado al impacto que está teniendo el home office, al no tener necesidad de usar el automóvil, traerá la coexistencia de esquemas de movilidad (uso de plataformas como Didi, Uber, entre otras).

Consideró que el T-MEC puede significar para México una gran oportunidad, pero la parte vulnerable está en la cadena de suministro, específicamente en los TIER 3, todo lo que tiene que ver con herramentales y moldes.

“Todo esto se importa, aunque empieza a ver algo de producción de herramentales, pero el grueso está en Japón, China y Canadá. Así que lo que necesitamos es un buen programa de encadenamiento hacia atrás del TIER 1 donde se desarrollen proveedores locales, así que las Joint Venture podrían ser una herramienta muy importante para empresarios mexicanos para establecer este tipo de proveeduría”, subrayó.

Dijo que la zona noreste es un importante hub de autopartes, aunque es un 15 por ciento más caro en mano de obra y con respecto a la zona del Bajío, o Ciudad de México-Puebla.

Destacó que el corredor Ramos-Arizpe-Monterrey es uno de los más competitivos de la región de Norteamérica.

Para Guido Vildozo, analista del sector automotriz de la firma de consultoría IHS Markit, es difícil cuantificar en términos económicos el impacto que tuvo la pandemia en el sector automotriz y la cadena de suministro.

 Sin duda, en México hay segmentos de autos que están más golpeados que otros, en términos de producción y ni qué se diga en ventas.

“Hay que considerar que la industria está en un proceso de transformación también por la entrada en vigor del T-MEC, así que nunca nos quedará claro qué impactó más el covid-19 o el T-MEC”.

No se descarta que pueda darse un rebrote del covid-19 y que lleve a una paralización de la producción, pero ésta ya no será global, sino parcial y local.

Subrayó que al día de hoy se desconoce el impacto en costos de producción que están ocasionando los protocolos de salud y la reducción de turnos. 

Tendencias

Cambios como la digitalización, conectividad y movilidad, es decir, vehículos eléctricos de batería (BEV, por sus siglas en inglés), conectividad y digitalización, vehículos eléctricos de pila de combustible (FCEV, por sus siglas en inglés) y los vehículos híbridos eléctricos (PHEV, por sus siglas en inglés) se han establecido como las tendencias clave más importantes en la industria desde 2017.

Más regional

La industria automotriz previo a la pandemia del covid-19 era global y lo que se verá ahora es una industria más regional, es decir, proveeduría cercana a las armadoras.“Se ha dado una quiebra de varias empresas de autopartes, lo que se traduce en una reconfiguración de la cadena de suministro en Norteamérica, lo que significa una realineación de la producción”, señala experto. 

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