El coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Mario Delgado, afirmó que las medidas anunciadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador para fortalecer las finanzas de Pemex van en el sentido correcto.
“El rescate de Pemex está en pie en esta cuarta transformación; el fortalecimiento de la política energética del país va en serio y una muestra de esto es el anuncio del presidente López Obrador este día”, puntualizó el legislador.
Ofreció incluso el respaldo de la Cámara de Diputados a través de reformas legales para mejorar la situación financiera de la empresa y aligerar su carga fiscal, con el fin de que cuente con recursos necesarios para invertir en las zonas petroleras del país e incrementar la producción nacional de hidrocarburos.
El también presidente de la Junta de Coordinación Política en el Palacio de San Lázaro precisó que el acuerdo por 8 mil millones de dólares suscrito por López Obrador con tres de los bancos más importantes del mundo (JP Morgan, HSBC y Mizuho) permitirán a Pemex contar con recursos para invertir en producción petrolera y hacer frente a sus obligaciones financieras.
Con esos recursos se podrá refinanciar la deuda adquirida por pasadas administraciones, con vencimientos a finales de 2019 y principios de 2020, y permitirán a Pemex cumplir sus obligaciones financieras y aumentar la inversión en exploración y producción de hidrocarburos.
Delgado sostuvo que, a pesar de ser una de las empresas con mayores ingresos del mundo, la onerosa carga fiscal, los abusos y la corrupción obligaron a Pemex a endeudarse para hacer frente a sus obligaciones y pagar sus impuestos.
“Entre 2013 y 2018 la deuda de Pemex aumentó más de 160 por ciento, equivalente a 1.2 billones de pesos, pero lo increíble es que en el mismo periodo esta empresa acumuló recortes en inversión por 275 mil millones de pesos”, lamentó.
Según dijo, tan solo entre 2014 y 2018 el presupuesto para producción disminuyó 42 por ciento y para exploración 30 por ciento en términos reales, lo cual ocasionó una parálisis económica en las zonas petroleras del país, despidos masivos y una precarización de la vida en estados como Tabasco, Veracruz y Campeche.