La diputada del PRD, Gabriela Sodi, puso en entredicho la prontitud de las autoridades de la Ciudad de México para determinar que los restos hallados en un presunto crematorio clandestino en los límites de Iztapalapa y Tláhuac no corresponden a seres humanos, sino a fauna canina.
Con ironía, la legisladora señaló que el personal del laboratorio de la Universidad de Innsbruck especializado en la identificación genética de restos humanos debería tomar clases en la capital mexicana, pues allá tardaron cuatro meses en confirmar la pertenencia de fragmentos óseos a uno de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala, mientras aquí demoraron solo tres horas en concluir que los restos hallados por la madre buscadora Cecilia Flores son de animales, no de personas.
“Yo creo que los de Innsbruck tendrían que venir a tomar clases aquí para la celeridad, y entonces yo creo que es algo que hay que observar y hay que esperar los resultados que nos va a dar este grupo, pero sí preocupa, sí preocupa en cuándo sí y cuándo no se dan respuestas a esto, teniendo la cantidad de muertos que tenemos en este país”.
Cecilia Flores aseguró el pasado martes haber hallado un crematorio clandestino y restos humanos en los límites de las alcaldías Iztapalapa y Tláhuac, pero después de un peritaje en el lugar, la Fiscalía de Justicia y la Secretaría de Seguridad de la Ciudad de México rechazaron ayer la versión de la madre buscadora e informaron que las muestras analizadas son de perros y otros animales no humanos.
Interrogada al respecto, la diputada Sodi cuestionó que, “por primera vez en México”, las autoridades actuaron de manera presta, veloz y urgente en la identificación de huesos.
En conferencia de prensa, la legisladora perredista lamentó la discrecionalidad para atender las denuncias de fosas clandestinas y acusó, además, violencia contra las madres buscadoras.
“Sí estamos viendo en qué momento sí se aplica esta celeridad y en qué momento no, entonces yo creo que es algo muy doloroso para nuestra nación que existe una madre buscando en los huesos (…) y que se atreve una presidenta municipal a quererle regalar una pala. Entonces yo creo que hay una violencia en cuanto a la protección de estas madres buscadoras y se tiene que resolver tanta muerte en este país”.
LG