La Cámara de Diputados aprobó por unanimidad una reforma a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para tipificar como violencia física cualquier acto que provoque daño no accidental utilizando ácido o cualquier sustancia corrosiva, cáustica, irritante, tóxica o inflamable.
Con 480 votos, los legisladores de las siete fracciones parlamentarias avalaron el dictamen y lo turnaron al Ejecutivo Federal para su publicación y entrada en vigor.
Al fundamentar el proyecto, la diputada Julieta Kristal Vences, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, subrayó que la violencia ejercida contra las mujeres se ha llegado a manifestar de forma más cruel y dolorosa, como es la violencia ácida.
“Con tan sólo 135 pesos se puede llegar a destruir la vida y la tranquilidad de una mujer, pues este tipo de sustancias se consiguen hasta en una tlapalería, cualquiera puede comprarlas y te puede destruir la vida”, alertó.“No debe quedar duda que esta es una manifestación de la violencia de género que impera en nuestro país, ya que los ataques se llevan de manera premeditada con la intención de buscar venganza por celos, por rechazos sexuales o románticos, e incluso por no cumplir con roles socialmente asignados”, puntualizó.
El propósito de la reforma es visibilizar y reconocer como violencia física los ataques perpetrados mediante la utilización de ácido o sustancias corrosivas, cáusticas, irritables, tóxicas o inflamables.
De acuerdo con el dictamen, es preciso legislar para prevenir los ataques con sustancias e imponer penas más severas, además de concientizar a la población de que esas acciones son tan atroces que no pueden permitirse.
Subraya que los efectos que generan los ataques con sustancias son diversos y no solo impactan en su entorno individual, sino también en su entorno social, laboral y afectivo.
Así, con la reforma se pretende salvaguardar el bien jurídico tutelado que es la vida, salud, honor y el derecho al pleno desarrollo de la personalidad, los cuales al realizarse los ataques con sustancias se ven disminuidos, pues se deja huella en las víctimas y, en algunas ocasiones, es de por vida, dependiendo las lesiones que provocaron en el cuerpo.
JLMR