La legisladora panista Laura Rojas lamentó la intención de inundar el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) y dejar bajo el agua una inversión de 14 mil millones de pesos, por lo que llamó al gobierno federal a reconsiderar la cancelación de la obra y aceptar el ofrecimiento de la iniciativa privada para concluirla sin desembolsar un solo peso del erario.
El priista Fernando Galindo, presidente de la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados, instó a su vez al Ejecutivo a definir el proyecto del nuevo aeropuerto más allá de consideraciones políticas y con base en criterios de rentabilidad a largo plazo para México.
Milenio reveló este lunes que, como parte de la segunda fase del Parque Ecológico Lago de Texcoco, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) inundará la losa de cimentación con forma de X de lo que sería el edificio terminal del NAIM o, así como las columnas en forma de embudo y un tramo de la Pista 2, que en conjunto representaron un gasto de 14 mil millones de pesos.
La diputada Rojas calificó esa intención como una ocurrencia más del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, sobre todo cuando expertos y organismos internacionales sostienen que el proyecto aeroportuario de Santa Lucía no tiene viabilidad.
Consideró asimismo como una necedad que el Ejecutivo se niegue a rectificar, cuando el sector privado ha ofrecido continuar el NAIM en Texcoco con sus propias inversiones.
“Está a tiempo, antes de que empiecen a inundar la cimentación de lo que iba a ser el aeropuerto de Texcoco y, sobre todo, insistir en que, si la iniciativa privada ya ha ofrecido continuar con la construcción de ese aeropuerto, el gobierno no tendría por qué negarse, si ya no se va a invertir un solo peso del erario en ese proyecto que traería muchos beneficios a la economía de México”, puntualizó la diputada de Acción Nacional.
Por separado, Galindo recomendó revisar la viabilidad de las alternativas para construir la nueva terminal aérea e incluso comparar los proyectos de Texcoco y de Santa Lucía, con el fin de tomar las mejores decisiones de largo plazo y no de un sexenio.
“El proyecto (de Texcoco) ahí está, entiendo que están paradas las obras, y habría que ver si ellos están dispuestos a retomar, comparar con elementos técnicos lo que genere mayor rentabilidad, mayores beneficios, porque aquí, más allá de una administración de seis años, lo que tenemos que ver es la visión de largo plazo y generar proyectos de inversión que generen y detonen el crecimiento económico”, dijo.
AE