La lucha por la igualdad entre hombres y mujeres en el Estado de México ha permitido a los varones alcanzar derechos sin estereotipos ni roles de género, para que participen por igual en el hogar y en el cuidado de la familia.
Por esa razón, desde hace unos años ya tienen posibilidad de obtener licencias de paternidad, pero con una marcada diferencia en varias entidades y a nivel federal, donde se mantiene vigente la idea de que el cuidado de los hijos corresponde a la mujer principalmente.
Sólo en el Estado de México y de manera exclusiva en el servicio público estatal y municipal, el derecho es por igual a partir de finales del 2020, con el objetivo de fomentar una paternidad responsable y que ambos se involucren en el cuidado de los menores.
Bajo esa misma premisa los padres mexiquenses también tienen posibilidades de solicitar pensión a la madre, cuando ellos se encargan de los menores y se ha ido actualizando la ley para que ambos tengan los mismos derechos y obligaciones.
Durante los trabajos del Parlamento Abierto, para actualizar la Constitución mexiquense se puso en la mesa la posibilidad de considerar al padre en la guarda y custodia con el mismo peso que la madre, atendiendo el interés superior del menor, sin descartar que él también puede hacerse cargo de los hijos.
Padre y madre iguales ante la ley en Edomex
En 2019 el Congreso del Estado de México aumentó de cinco a 10 días hábiles las licencias de paternidad y hasta 30 días cuando el menor tenga algún problema grave de salud que amerita cuidados especiales y hasta 45 días por fallecimiento.
Para el 2020 se volvió a modificar la ley para igualar las licencias de paternidad y aumentarlas de 10 a 45 días naturales en caso de paternidad, partos múltiples, por adopción y cuando alguno de los hijos padezca alguna enfermedad crónica.
Lo mismo aplica cuando sea madre o padre soltero y cuente con la guarda y custodia del hijo o de la hija menor de 12 años y tenga alguna discapacidad o enfermedad crónica, con el fin de que el padre se involucre en el cuidado de los hijos desde el nacimiento y se homologuen los derechos para una paternidad responsable.
En otras estados
En Nuevo León las licencias de paternidad eran de 15 días en 2019, para el 2020 aumentaron a 22 y este año son de 29 días, ya que el objetivo es ir actualizando el derecho hasta llegar a 60 días en el 2025.
Para que el cambio no fuera tan drástico se propuso que fuera de manera escalonada. En 2022 será de 36 días, en el 2023 de 43, en el 2024 de 50 y en el 2025 de 60 días, de acuerdo al dictamen aprobado por unanimidad en 2019 que busca el reconocimiento de igualdad de condiciones en la enseñanza y cuidado de los hijos e hijas.
En Jalisco se aprobó en 2019 licencias de 15 días hábiles y se pueden ligar con periodos vacacionales dentro de los 90 días posteriores al nacimiento, siempre y cuando se tome un taller sobre paternidad responsable.
En Tlaxcala es de 10 días, en Campeche sigue en cinco, en Guerrero recientemente se aumentó a 10 días; en Michoacán a partir de este año ya es de 20 días y se puede ampliar hasta 60 si la madre fallece durante el parto o derivado de éste;
En varias entidades se han presentado iniciativas de ley entre 2019 y este 2021 para aumentar el tiempo de las licencias de paternidad.
En la Ciudad de México se ha analizado llegar a los 45 días, en Veracruz a los 60, en Yucatán quieren pasar de los ocho a los 15 días, en Sonora seis semanas, en San Luis Potosí ocho semanas, entre otras donde se busca romper con estereotipos fomentados desde la ley.
Marcadas diferencias a nivel federal
La Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado señala que las mujeres tienen derecho a una licencia de maternidad: en el sector privado es de 12 semanas, divididas en dos, la primer parte antes del parto y la segunda es posterior al nacimiento del bebé; mientras, en el sector público son dos meses, un mes previo y otro posterior.
Sin embargo, a los hombres sólo les conceden permiso por paternidad por cinco días laborables, con goce de sueldo, por el nacimiento de sus hijos o cuando adoptan un infante, de manera que al sexto día se deben reintegrar a su trabajo y dejan el cuidado de menor a su esposa, sin contar que en ocasiones ella también requiere de reposo o ciertos cuidados.
Este derecho apenas lo adquirieron a partir del 2012 y aunque se ha analizado la posibilidad de aumentarlo hasta llegar a 15 o 20 días, las propuestas no han pasado, aunque hay países que sí tienen mayor tiempo, por ejemplo en Colombia son ocho días, en Ecuador 10, en Venezuela 14, en España son dos semanas, en Alemania nueve semanas y en Francia 28 semanas.
El promedio es de ocho semanas en los países de la OCDE, mientras en México sólo tienen oportunidad de pasar cinco días con el nuevo o la nueva integrante de la familia, convirtiéndolo en uno de los países con menor tiempo.
De acuerdo al Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) la corta duración de la licencia de paternidad en México refuerza el estereotipo de que las labores de cuidado infantil son responsabilidad principal y exclusiva de las mujeres.
La diferencia con el padre no sólo ocurre cuando hay un nacimiento, sino también cuando se adopta.
En 2019 el Congreso de la Unión hizo una reforma a la Ley Federal del Trabajo para permitir a las madres un periodo de descanso de seis semanas posteriores al día que reciban al menor en adopción, pero al padre sólo les conceden cinco días, generando nuevamente una marcada diferencia.
Sólo en los casos donde haya un menor de 16 años diagnosticado con cáncer que requiera de cuidados médicos, la Ley del Seguro Social si trata por igual.
Ambos pueden ausentarse de sus labores para atender periodos críticos de tratamiento o de hospitalización, de acuerdo a la prescripción médica, pero no pueden ser los dos al mismo tiempo. Esta licencia puede ser de uno hasta 29 días y pueden expedirse tantas sean necesarias durante un periodo máximo de tres años.
MMCF