La próxima persona que ocupe la Presidencia de México tendrá que hacer frente a problemáticas educativas que se acentuaron con la pandemia, y aunque no ocurre, la educación debería ser uno de los temas centrales en la agenda electoral de 2024, ya que es uno de los pilares para construir un país más competitivo, advirtió el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
En medio del periodo electoral, el instituto realizó un análisis en dos retos educativos urgentes: la pérdida de escolarización y la pérdida de aprendizajes.
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En cuanto a la pérdida de escolarización, indicaron que la candidata morenista, Claudia Sheinbaum, propone becas universales para educación básica y aumentarlas hasta la educación media superior. Asimismo, busca garantizar la misma cantidad de preparatorias y secundarias, onsolidar y unificar los programas de estudio, tomando en cuenta la educación básica.
Por su parte, la candidata del PAN, PRI y PRD, Xóchitl Gálvez, ha considerado fortalecer el esquema de becas para que todos tengan acceso a una educación de calidad. Además, propone impulsar las escuelas de tiempo completo como centros de aprendizaje y convivencia para que la comunidad acceda a actividades recreativas.
Por último, el candidato de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, ha propuesto diseñar programas de becas económicas y nutricionales para la comunidad estudiantil que incluyan apoyos económicos y nutricionales con el fin de favorecer el desarrollo de los estudiantes.
El organismo consideró que para recuperar a los 1.2 millones de estudiantes que dejaron la escuela entre 2020 y 2023 hace falta una estrategia con propuestas puntuales para mejorar el acceso, la permanencia y la calidad de la educación.
Para ello, el IMCO propone:
- Atender el abandono escolar. De cada 100 alumnos que entran a primaria, 46 estudiantes no terminan el bachillerato. Este es uno de los pendientes educativos más urgentes para la pérdida de talento en México y hasta ahora ningún candidato ha profundizado en una forma de fomentar una mayor retención de estudiantes en todos los niveles educativos.
- Promover una mayor inclusión. En términos de acceso, permanencia y calidad educativa, las poblaciones vulnerables (personas de habla indígena, con discapacidad o de comunidades rurales) enfrentan mayores obstáculos. Dos de cada 10 niños en edad escolar no asisten a la escuela y la mitad de ellos pertenece a un grupo vulnerable. Por ello, atender esta desigualdad educativa debe ser central para mejorar la educación en México.
- Recuperar escuelas de tiempo completo. Durante más de una década, este programa brindó a estudiantes de entornos vulnerables servicios de alimentación y jornadas ampliadas. En su último año de operación (2020), esta iniciativa benefició a 26 mil escuelas y 3.6 millones de estudiantes en todo el país. Cabe destacar que esta política siguió las recomendaciones de organismos internacionales como el Fondo de las Naciones Unidas para las Infancias (Unicef).
LP