Alejandro Solalinde, fundador del albergue ''Hermanos en el Camino'', alertó que en el Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca, hay migrantes de prácticamente de todas las nacionalidades, pero quienes tienen mayor presencia en los últimos días en su estancia son los haitianos.
“Tenemos prácticamente ya en el Istmo (migrantes) de todo el mundo”, explicó en entrevista para MILENIO.
“No lo va a creer, pero desde la semana pasada y esta ahorita la mayoría son haitianos. El 90 por ciento de los que están llegando (al albergue), son oleadas”, informó.
Solalinde detalló que en el albergue tienen personas de toda América— menos de Uruguay, Paraguay y Argentina—; además de 25 países de África, así como Medio Oriente, Siria, Irán, Irak, Yemen, China, entre otros países.
El defensor de los migrantes ha encontrado en la ruptura del sistema económico neoliberal una de las causas por las que ciudadanos de varias partes del mundo busquen mejores oportunidades de vida, principalmente en Estados Unidos.
“Hace años descubrí en el contacto con los migrantes que el sistema neoliberal capitalista ya tronó, entonces entró la decadencia que ha impactado a (inaudible) del mundo. La economía global está conectada, entonces para bien y para mal, así como los mercados son tan nerviosos y reaccionan las bolsas de valores, así también los migrantes”.
El activista y defensor de derechos humanos advirtió que ni Estados Unidos u otro país podrán frenar el fenómeno migratorio.
“Ningún país del mundo, ni Estados Unidos ni nadie, pueden controlar la entrada o salida de la migración, ojalá los republicanos y demócratas entendieran esto que más allá de las coyunturas electorales está la presencia fuerte, imparable y vigorosa de la migración''.
El sacerdote recordó que la fundación de Estados Unidos y su desarrollo ha ocurrido gracias a los migrantes.
“No se puede ignorar, por parte de Estados Unidos, a los migrantes sin reconocerlos como trabajadores internacionales, como sí lo hace México en la Organización Internacional del Trabajo”, expuso.
“Llegan por todos lados”
Al preguntarle a Solalinde si ha identificado las rutas de tránsito de las personas extranjeras, sobre todo las que provienen de África, es contundente al responder: “llegan por todos lados”.
El sacerdote explicó que uno de los puntos peligrosos en su ruta es el Tapón del Darién, una zona selvática para cruzar desde Colombia a Panamá.
“Es terrible, es rara la familia que no ha perdido un miembro, es un punto traumático que la gente no quiere ni hablar”.
Solalinde narró el escenario que ve en Ciudad Ixtepec, Oaxaca, donde se ubica el albergue “Hermanos en el Camino”, en el cual los migrantes son protagonistas.
“Aquí, ayer, falleció una chiquita de dos años, tenía meningitis. Al tratar de atenderla ya estaba muy grave, pedimos ayuda al sector salud federal porque aquí (inaudible) está para llorar, de verdad: no tienen suficientes médicos, no tienen aparatos, estamos en la ruina”.
Salvadoreños ya no migran por violencia; se ha reducido en 70 por ciento.
Hace un año, el gobierno de El Salvador declaró un régimen de excepción, el cual concedió facultades especiales al gobierno para combatir a las pandillas criminales.
El régimen de excepción cumplió un año el lunes 27 de marzo y permite arrestos sin orden judicial. Fue instaurado por el Congreso, a petición del presidente Nayib Bukele, en respuesta a una escalada homicida que se cobró la vida de 87 personas.
En entrevista para MILENIO, Carmen Solórzano, tía de José Amílcar Solórzano, uno de los migrantes que murió por el incendio en Ciudad Juárez narró la situación de inseguridad que hasta hace unos años vivieron en El Salvador y que, incluso a ella, la obligó a migrar a Guatemala tras su hija ser secuestrada.
“Yo soy de El Salvador, pero yo me vine para Guatemala, acá trabajo porque hace siete años estaba bien difícil la delincuencia allá en mi país.
“Me secuestraron a mi hija. Yo perdí una casa que tenía en El Salvador, hipotequé mi casa con tal de pagar el rescate porque se puso bien difícil y lamentablemente”, explicó Solórzano, originaria del departamento de Sonsonate.
Solalinde explicó que la migración de El Salvador “se ha reducido un 70 por ciento” y los que vienen “nos refieren otra cosa. Se van porque ya tienen familia allá, van a trabajar, pero ya no nos están hablando de que salen por violencia”.
“A nadie le gusta el Estado de Excepción porque es un paréntesis en los derechos humanos, pero ahí hay que escoger lo menos malo”, abundó.
Nombran a Solalinde consejero honorario
Esta mañana, el Presidente Andrés Manuel López Obrador informó que Solalinde será coordinador honorario de un consejo para buscar que no se violen los derechos humanos de los migrantes.
Además, López Obrador adelantó una reforma para el Instituto Nacional de Migración (INM), esto a cuatro días del incendio en una estación migratoria en Ciudad Juárez, Chihuahua.
“Hace 10 días, una semana, hasta les puedo dar el día y la hora, me reuní con el padre Solalinde y tratamos el tema, antes de la desgracia, y llegamos al acuerdo de que se iba a crear, se va a crear un consejo, y le dije: Aunque tú no puedes legalmente, sí de manera honoraria, que estés''.
''Un consejo para buscar que no se violen los derechos humanos de los migrantes, que se les proteja”, expresó López Obrador en su conferencia matutina en Palacio Nacional.
Solalinde detalló que este consejo será integrado por la CNDH, Conapred, Secretaría del Bienestar, SEP, STPS, Comar, Guardia Nacional, la academia, empresarios, así como a la comunidad que acompaña a migrantes.
“¿Mi participación cuál sería? Sería como un especie de coordinador honorario, pero aparte habría un colegio presidido por un secretario ejecutivo experto en migración, una persona con muchísima experiencia y honestísima”.
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Solalinde explicó que se busca separar al INM de aspecto de seguridad;“no tendría por qué estar persiguiendo migrantes y tampoco encarcelándolos”, apuntó.
Alejandro Solalinde negó que sea un crimen de Estado el incendio en la estación migratoria de Ciudad Juárez, Chihuahua, en el que murieron al menos 39 personas extranjeras, pues no hubo una participación con dolo de alguno de los poderes del Estado.
“De ninguna manera, es una desproporción. Para que fuera crimen de Estado se necesitaría que el Ejecutivo federal lo hubiera querido y lo hubiera perpetrado, como fue el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa, ahí sí fue crimen de Estado porque se coludieron todos los poderes y niveles de gobierno”, expresó.
MbG